Preparando el relevo

El esquí como asignatura obligatoria para los alumnos de tercero y cuarto de Primaria cumple este curso diez años y ya son 2.400 los estudiantes de las comarcas del Pirineo y Aran los que participan en el programa Esport Blanc Escolar. Ha sido una década de reclutamiento en las aulas a través de una iniciativa que lidera la Generalitat y que tiene como objetivo impulsar la iniciación y el conocimiento de los deportes de invierno en las diferentes modalidades entre la población infantil, con especial acento en las comarcas de montaña, y dar a conocer el territorio. Se trata de captar aficionados a la nieve y favorecer que las familias acudan con los niños a las pistas.

Las estaciones buscan el relevo generacional tras más de medio siglo de historia. La responsable de los programas de promoción escolar de la Federació Catalana d’Esports d’Hivern, Maria Zapata, explica que uno de los motivos del proyecto fue detectar que en las comarcas de montaña “estaban dando la espalda al deporte blanco”. “Nos dimos cuenta de que conocían y practicaban más el esquí vecinos de Barcelona que los del propio Pirineo”.

“Ahora ya no tienen excusa porque todos los alumnos de tercero y cuarto han practicado todas las modalidades”, insiste. Esport Blanc Escolar es un programa multidisciplinar que consta de entre 6 y 8 sesiones con prácticas de esquí alpino, nórdico y snowboard. Forma parte de la asignatura de educación física y nació el curso 2013-2014 con 142 alumnos.

En diez años, contando este curso, más de 8.500 niños y niñas del Pirineo habrán podido practicar estos deportes gracias al proyecto. Este año participan 12 centros del Alt Urgell, 4 de la Alta Ribagorça, 13 de los Pallars, 11 del Solsonés, 7 de Aran, 13 de la Cerdanya, 22 del Berguedà y 10 del Ripollés. Las estaciones reciben demás escolares de toda España en viajes organizados.

¿Está cumpliendo objetivos el programa Esport Blanc? Ha cumplido el gran objetivo de que todos los niños y niñas del Pirineo prueben el esquí en todas sus modalidades. La otra oportunidad ha sido para los técnicos, sobre todo para los del esquí nórdico, que han tenido que formarse y han consolidado su trabajo. Ahora es necesario dar un paso mas.

¿En qué sentido? Aún le veo mucho recorrido. Habría que plantear un nuevo programa para dar continuidad y especialización a todos estos niños y niñas. Hemos conseguido crear una muy buena base de la pirámide, pero ahora hay que subir peldaños, creando conexiones con los clubes y centros de tecnificación y dar la posibilidad a todos aquellos que quieran entrar en el mundo también de la competición.

¿Cuesta que los jóvenes se sumen a la práctica del esquí? Tenemos mucha oferta de deportes. En el esquí, uno de los handicaps son las familias: si no acompañan es complicado. También, el coste económico que supone.

Necesitamos una base muy potente.