Quejas en Torà por una 'rave' ilegal que congrega medio millar de personas

Una ‘rave’ ilegal ha reunido este fin de semana a más de medio millar de personas en una masía abandonada en Torà, en la Segarra. La fiesta, convocada a través de las redes sociales, comenzó el viernes por la tarde, cuando empezaron a llegar a la zona decenas de vehículos y se instalaron equipos de música e incluso un escenario. Durante el sábado y el día de ayer, siguieron llegando más vehículos, y al cierre de esta edición, aún continuaba.

El consistorio puso en conocimiento de los Mossos d’Esquadra la celebración de la fiesta y se establecieron dispositivos en los accesos para evitar que acudieran más vehículos, además de hacer controles de alcoholemia y drogas.

No es la primera vez que se celebra una fiesta de este tipo en Torà, y de hecho es la tercera en pocos meses. Según confirmó el alcalde, Magí Coscollola, la primera se celebró el pasado mes de octubre, la segunda, en diciembre y ahora, la tercera. Aseguró que cree que ha contribuido a atraer este tipo de concentraciones de gente el hecho de que el pasado septiembre se arreglara un camino de acceso, lo que facilita que los vehículos puedan llegar más fácilmente a la masía, que se encuentran deshabitada y parcialmente derruida y cuyos propietarios no viven en el municipio.

Las tres se han celebrado en el mismo lugar y ahora el consistorio estudiará medidas para evitar que se vuelva a repetir. “Los vecinos no quieren que vuelva a tener lugar una fiesta de este tipo y deberemos estudiar alguna medida porque los Mossos d’Esquadra, más allá de hacer controles cuando tiene lugar la fiesta y poner alguna multa, poco más pueden hacer”, señaló el alcalde. Asimismo, dijo que a última hora aún no se había podido identificar al responsable de la ‘rave’ y que “es difícil de disuadir al convocarse a través de las redes sociales”.

Según el alcalde, una de las opciones sería cortar el camino de acceso para evitar que puedan volver a circular y solo se permita el paso a los vecinos de la zona. Es la segunda fiesta de este tipo el fin de semana después la del Sarral, en la Conca de Barberà, a unos 50 kilómetros de distancia.