Se consolida la colonia de buitre negro en los Pirineos con una población de 65 individuos en la reserva de Boumort
La especie está catalogada como vulnerable y cerca de ser considerada en peligro de extinción
La colonia de buitre negro se ha consolidado en los Pirineos, 200 años después de desaparecer. El punto neurálgico de la recolonización de la especie es la Reserva Nacional de caza de Boumort, donde los técnicos han contabilizado una población de 65 ejemplares. Estos han formado 18 parejas y en el último año han nacido 11 crías, 9 de las cuales han sobrevivido. Los últimos buitres negros habían vivido en el Pirineo durante la segunda mitad del siglo XIX. El estado español acoge el 86% del total de la población europea de buitre negro, pero, así y todo, la especie está catalogada como vulnerable tanto en el Libro rojo de las aves de España como en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. En Cataluña, está cerca de ser considerada una especie en peligro de extinción.
La Reserva Nacional de Caza de Boumort es el centro neurálgico de la reintroducción de la especie en los Pirineos. De los 65 individuos observados este año, 23 han sido reintroducidos, 28 han nacido en la colonia y los otros son de origen exógeno, como 7 ibéricos o 3 franceses. Como es natural, el porcentaje de individuos nacidos en Boumort aumenta, mientras que el porcentaje de individuos reintroducidos disminuye. Boumort se convierte así en un puente ecológico entre poblaciones ya que, aparte de recuperar un territorio de cría histórico para el buitre negro, garantiza la conectividad y el intercambio genético entre poblaciones y reduce el riesgo de extinción. "Eso denota la buena marcha del proyecto", destacan a los técnicos.
Evolución del número de parejas de buitre negro formadas en los Pirineos
Analizados los datos, ya son 80 el total de crías nacidas en libertad desde el inicio del proyecto de reintroducción y 54 las crías voladas. Teniendo en cuenta todos los datos recopilados desde el 2010, la tasa de vuelo (crías voladas/parejas en vuelo) es del 82% (ligeramente superior al 64% observado en el 2021), y la productividad (crías voladas/pareja con puesta) del 43% (ligeramente superior a la observada en el 2021).
Analizando únicamente los datos del año 2022, la tasa de vuelo ha sido del 82% y la productividad del 56%. Considerando los datos recogidos desde el 2010, el éxito reproductor de la colonia (pareja en vuelo/parejas con puesta) es del 52%, superior al 46% y al 28% de en el 2021 y en el 2020, respectivamente. Específicamente en el 2022, el éxito reproductor ha sido del 56%, una cifra que se encuentra por debajo del 70-75% que se considera necesario para que la población sea autosostenible en el tiempo.
Ante las 18 parejas que hay actualmente en la colonia, y teniendo en cuenta que el macizo pirenaico dispone de hábitat favorable suficiente, un rango de entre 35 y 40 parejas reproductoras constituiría un núcleo fuerte y clave para la conservación del buitre negro a escala europea.
Por otra parte, los individuos exógenos aparejados y fijados en el territorio confirman el papel conector de la colonia pirenaica entre las poblaciones ibéricas y las del sur de Francia, con implicaciones en la conservación de la especie a escala europea. Una conservación que depende de factores externos como la disponibilidad de alimento y varias amenazas directas e indirectas, que se tienen que tener en cuenta a la hora de valorar la viabilidad efectiva de la población. Así pues, las entidades implicadas en el proyecto, seguirán trabajando en este sentido, explican.
Entre los proyectos que han contribuido desde hace ya 10 años a la reproducción y conservación de la especie en la zona, destaca el de la Fundació Trenca que cuenta con el apoyo de Endesa. El proyecto de radioseguimiento es un proyecto conjunto en el cual intervienen la Generalitat de Catalunya, el Gobierno de Aragón, SARGA, el RNC de Boumort, el Cos d'Agents Rurals y la UAB, entre otros.
Tres Puntos de Alimentación Suplementaria (PAS)
Más allá de su establecimiento en Boumort, el objetivo del proyecto es extender la colonia a otros puntos en el oeste de los Pirineos. Por eso, adquieren una relevancia especial los PAS o Puntos de Alimentación Suplementaria, estercoleros desde los cuales La Trenca proporciona alimento de manera controlada a buitres y otras aves necrófagas. Concretamente, ha sido la creación y gestión de los PAS el aspecto del proyecto que se ha hecho posible mediante la participación de Endesa desde 2013. Rompe ha puesto en funcionamiento y gestiona una red de cuatro Puntos de Alimentación Suplementaria (PAS) o específica (PAE) para reforzar los vínculos entre los buitres negros reintroducidos y la zona de liberación.
Además del PAS de Codó, en Senterada, esta red cuenta con el PAS de Siall (ubicado muy cerca de la Reserva Nacional de Caza de Boumort, en el término municipal de Isona i Conca Dellà, en la comarca del Pallars Jussà) y el de Cal Roger (en el municipio de Montferrer i Castellbò, al norte de la comarca del Alt Urgell). De todos ellos, explican, se benefician otras aves necrófagas, algunas seriamente amenazadas como el quebrantahuesos, el alimoche o el milano real.
A lo largo del año, se han vertido, entre los tres PAS, un total de 18.013 kilogramos de carroña. A diferencia de otros puntos de alimentación similares, desde estos PAS se prepara un menú específico adaptado a las diferentes especies necrófagas. Así, se aportan piezas pequeñas de carroña (sobre todo codornices y patas de cordero) y se distribuyen estratégicamente por el recinto para favorecer la diversidad de las especies|especias que se benefician. Este sistema de alimentación, además, ha supuesto el ahorro de 6.490 kilogramos de CO2 a la atmósfera, dado que se ha evitado la incineración de estos elementos.