COMARCAS
Dolores Pascul: «Todas las concesiones de agua para regadíos se revisarán»
Dolores Pascual, presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro, analiza la sequía en el río Segre a las puertas de la campaña de riegos y avanza algunas medidas para adaptar los usos del agua al cambio climático
Los pantanos del río Segre necesitan duplicar las reservas para salir de la sequía. ¿Qué previsión hidrológica hay a un mes de la campaña de riegos?
El Segre está en emergencia desde hace 8 o 9 meses y las previsiones son malas. Tampoco son buenas en el Noguera Ribagorçana. Necesitamos una aportación de lluvias y nieve considerable. Las reservas de nieve (con datos del martes) son de 100 hectómetros y, siendo una ayuda, no son suficientes.
¿Hay previsión de que cambie?
Los modelos apuntan a mucha nieve y agua en cotas bajas, pero tendría que haber una primavera muy lluviosa para que sea una campaña normal. Nos tenemos que ir preparando para que eso no pase.
¿Prevén restricciones al inicio de la temporada?
El año pasado el verano fue muy difícil, pero con mucha gestión se llegó al final de la campaña. Este año las reservas están bajo mínimos de entrada. Los primeros que han adoptado medidas han sido los propios regantes, adaptando los cultivos, sobre todo, en el Urgell, con cereal de invierno. Pero no va a ser una campaña normal.
¿Qué han hecho desde la CHE?
Desde el verano estamos muy pendientes de la zona más crítica. También estamos iniciando la revisión del plan especial de sequía, en el que participarán los usuarios. Nosotros vamos a evaluar las demandas de agua de los usos prioritarios, como abastecimientos y caudal ecológico, que son las que no podrán incluir para la campaña. En marzo se celebran las juntas de explotación, que valorarán la situación y las disponibilidades, y entonces se decidirá cómo se asigna el recurso. Casi todos los sistemas de riego salvan la cosecha de invierno y los frutales.
Entre el Urgell y el Segarra-Garrigues siempre ha habido competencia. El Segarra-Garrigues no tiene concesión de agua, sino que es de la CHE. ¿Seguirá así?
Esperemos que no. Es un tema pendiente. Esta casa tendrá que ordenar concesionariamente hablando todos los sistemas que dependen del Segre y del Noguera Pallaresa.
¿Las revisiones serán a corto plazo?
A medio. El Segarra-Garrigues todavía no está desarrollado. Sí es verdad que la Generalitat ha previsto 10.000 hectáreas más en el actual plan hidrológico, y seguirán aumentando. En paralelo, deberíamos ir desarrollando estos expedientes y estos títulos jurídicos que le otorgan el derecho a cada uno.
En cualquier caso, ¿la prioridad es del Canal d’Urgell?
No tenemos una prioridad para uno u otro. Tienen necesidades distintas e intentamos que cubran sus demandas de forma satisfactoria. Es verdad que hay cierta competencia pero soy optimista y hasta ahora ha habido un ejercicio de responsabilidad por parte de los usuarios. Podemos capear esta campaña.
¿Más sequía implica más control?
Sí. Y una de las formas es mejorar el conocimiento del territorio. A veces hay modificaciones de tomas u obras que no se comunican y son importantes.
¿En qué momento intervendrá la CHE ante esta sequía?
No hay un momento. A mediados de marzo, las juntas de explotación toman sus decisiones y luego hay que rectificar en función de los volúmenes de agua. En el caso de regadíos como el Canal d’Urgell, los regantes ya han tomado decisiones en cuanto a cultivos. En otros, comienzan la campaña con restricciones. El año pasado, en todos los sistemas de la margen izquierda se llegó al final de la campaña de riegos con restricciones.
¿Con el cambio climático estas sequías parece que serán más frecuentes? ¿Cómo se preparan?
El actual plan hidrológico incorpora en la planificación las previsiones más pesimistas de disponibilidad de agua. Entre los mejores y los peores escenarios tendremos de un 8 a un 20% de reducción de disponibilidad del recurso.
¿En qué se traduce?
En este nuevo ciclo de planificación habrá una revisión de dotaciones. Hay que revisar las dotaciones objetivo fijadas en 1998 de forma más realista, teniendo en cuenta la disponibilidad de agua y la práctica habitual de los usuarios. Se van a iniciar unos estudios para determinar las dotaciones que debe tener cada sistema en función del territorio y de las expectativas agronómicas del sistema.
¿Significa la revisión de todas las concesiones? ¿Urgell y Pinyana también?
Sí. Se revisará en aquellos sistemas que tienen un título concesional al uso. Lo primero será establecer esos estudios y las dotaciones. Luego, trasladarlas a la planificación revisando los derechos de estos sistemas.
¿Con qué horizonte?
En estos próximos cinco años de planificación. Los estudios se harán conjuntamente con los usuarios.
El nuevo Plan Hidrológico del Ebro ha entrado en vigor este mes. Implica la definición de un caudal ambiental en todos los tramos de río o masas de agua. ¿Cómo se controlará?
Es el mayor reto ambiental de la cuenca en los próximos 5 años. Hay 680 caudales ambientales en toda la cuenca. El resto de usos tendrán que restringirse para garantizarlos. Tenemos estaciones de aforo y habrá que monitorizar los ríos constantemente.
¿Las masas de agua del Segre y el Ebro aprueban el examen de buen estado de la UE?
Desde el anterior plan no ha habido un deterioro excesivo. En 2027 deberíamos tener todas las masas en buen estado.
¿Se plantean limpiar el fondo de Oliana y recuperar el desagüe?
Técnica y ambientalmente es complicado, pero se está trabajando. A medio plazo debería poder llevarse a cabo.