El cura de Caldes d'Estrac acusado de abusar de menores era originario de Alcoletge

El sacerdote Josep Vendrell Cortasa murió el 15 de mayo de 2004, pero este fin de semana ha sido noticia después de que una veintena de personas de Barcelona y Caldes d’Estrac denunciaran que abusó de ellas cuando eran niños de entre 8 y 15 años (ver desglose). En Alcoletge esta información ha caído como un jarro de agua fría, porque Vendrell era originario de esta población del Segrià y mantuvo los vínculos con esta localidad, donde pasaba las vacaciones desde que era pequeño. De hecho, está enterrado en el cementerio de Alcoletge, como buena parte de sus familiares.

Nacido en la capital catalana, era de Cal Cortasa, una de las casa más importantes del pueblo. Ubicada en la calle Major, cerca de la iglesia, esta antigua casa señorial acoge ahora un restaurante y conserva buena parte de los elementos arquitectónicos originales del edificio, uno de los más antiguos. Josep Vendrell nació el 11 de noviembre de 1933 en Barcelona y fue ordenado sacerdote el 19 de marzo de 1964.

Tenía un hermano abogado que también murió sin descendencia. Por sus trayectorias y por sus orígenes, eran muy apreciados en Alcoletge. En el Arxiu Fotogràfic de Alcoletge, que se puede consultar online, se conserva una imagen veraniega de Vendrell en 1947, cuando tenía catorce años, que recoge una tarde de pesca con amigos del pueblo.

Con los años siguió pasando las vacaciones en esta población, incluso en ocasiones habría llevado de colonias a la gran casa familiar a pequeños grupos de niños y adolescentes de las parroquias en las que ejercía el sacerdocio. Por todo ello, las denuncias presentadas por una veintena de personas hechas públicas este fin de semana han conmovido a esta población.

Los denunciantes quieren ser reconocidos como víctimas Los hechos denunciados se remontan a las décadas de los años sesenta y setenta. Una veintena de personas que tenían entonces entre 8 y 15 años sufrieron abusos supuestamente por parte de Josep Vendrell, según relataron al Defensor del Pueblo. Las víctimas, de Barcelona y Caldes d’Estrac, creen que también hay afectados en Montcada i Reixac, donde fue párroco entre 1975 i 1990. El caso no puede prosperar penalmente por la muerte de Vendrell, pero los denunciantes quieren ser reconocidos como víctimas y piden ayuda psicológica.