Detenido por robar 20 kilos de trufa negra en una finca de Coll de Nargó

Miembros del Grupo Especial de Venenos y Antifurtivismo (GEVA) de los Agentes Rurales interceptaron el pasado 22 de febrero a un individuo mientras estaba sustrayendo trufas negras en plena noche en una propiedad privada en Coll de Nargó, en el Alt Urgell. Se trata de un ladrón reincidente que ya había sido condenado a un año y medio de prisión por robos similares en Teruel. El hombre acabó siendo detenido por los Mossos d’Esquadra y quedó en libertad a la espera de ser citado por el juez.

Según informaron ayer los Rurales, en el marco del dispositivo de control del cuerpo durante la temporada de la trufa negra, los agentes del GEVA identificaron al hombre mientras salía de una finca agrícola con medidas de seguridad con 1,4 kilos de trufa negra sustraídos ilegalmente. Los rurales procedieron a denunciarlo por la vía administrativa. Posteriormente, el responsable de la finca de Coll de Nargó denunció los hechos ante la comisaría de los Mossos d’Esquadra y amplió la denuncia que había presentado a finales de enero.

En ella manifestaba que durante el último año había sufrido varios robos y que calculaba que le habrían robado unos 20 kilos de trufas valoradas en unos 10.000 euros. La persona que accedía a su finca causaba daños en la valla perimetral, lo que exponía la explotación a daños por parte de jabalíes. Una vez hecha la inspección, gracias a las evidencias aportadas por los Agentes Rurales y por la propia víctima, la persona denunciada, de 44 años, fue detenida por los Mossos como presunto autora de un delito continuado de robo con fuerza.

Se trata de un individuo reincidente en este tipo de delitos que ya había sido denunciado por hechos similares en Teruel, entre otras provincias, en 2016 y por los que fue juzgado y condenado junto a su padre en 2018 por robar 90 kilos de trufa. Durante la temporada de recolección de la trufa negra, que comprende desde el 15 de noviembre al 15 de marzo, los Agentes Rurales llevan a cabo controles en zonas de recolección, con operativos especiales de vigilancia, para velar para que se cumpla la normativa de extracción y también para detectar conductas furtivas.