El pueblo de La Clua, un año 'blindado'

El pueblo de La Clua, en el municipio de Bassella, lleva un año rodeado de vallas, y seguirá cerrado al público hasta que el ayuntamiento construya un mirador con vistas al pantano de Rialb, ahora casi vacío por la sequía. La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) instaló las cercas en 2022, cuando inició la demolición de casas y cobertizos en ruinas que había expropiado hacía más de dos décadas a afectados por la construcción del pantano de Rialb. Los derribos dejaron tras de sí fuertes desniveles donde antes estaban los edificios abandonados.

Parte de las vallas tienen como fin evitar caídas al vacío, mientras que otras se instalaron en el acceso al pueblo para evitar saqueos. Los vecinos las retiran cada vez que tienen que entrar y salir de la localidad.La alcaldesa, Cristina Barbens, explicó que el ayuntamiento tiene listo el proyecto del futuro mirador y que licitará las obras “en las próximas semanas”, lo que permitirá retirar las vallas. Afirmó que “por dignidad, hay que abrir ya el pueblo”.

Está previsto construir 4 terrazas con piedras de los edificios demolidos. Barbens apuntó que la obra “será más compleja de lo que esperábamos por problemas para acceder a la zona”. Supondrá una inversión de 128.000 euros y cuenta con una ayuda del Puosc.De forma paralela, el ayuntamiento negocia con la CHE la cesión o la venta por un precio simbólico de las parcelas donde se hicieron las demoliciones.

Según Barbens, proyectan habilitar en ellas un parque infantil y un local social. El consistorio espera disponer también de suelo suficiente para “entre tres y cuatro nuevas casas”.