El Segarra-Garrigues inicia el riego y prevé problemas a partir de mayo

El Segarra-Garrigues inició ayer su campaña más complicada desde el inicio del riego en 2009 por las escasas reservas en Oliana y Rialb. Su presidente, Josep Maria Jové, teme por lo que pueda suceder a partir de mayo si no llueve, ya que el Segre sigue en emergencia. El sistema necesita unos 25 hectómetros cúbicos para dar servicio a las 11.000 hectáreas en regadío, ya que aplica riego presurizado.

“Sin más lluvias no llegaremos a finales de la campaña sin restricciones”, dijo, aunque aseguró que los regantes no están solicitando, por el momento, demandas importantes. Se han plantado cereales de invierno que no precisan de mucha agua y las primeras cosechas están salvadas. En la actualidad, Rialb y Oliana almacenan 84,8 hectómetros cúbicos, a los que hay que sumar más de 150 de las reservas de nieve que las altas temperaturas de estos días están comenzado a fundir.

Habrá que restar 35 para el consumo de boca desde el Canal d’Urgell y distribuir los caudales que queden entre ambos sistemas. La situación que puede recrudecerse en verano si se tiene en cuenta que el Canal d’Urgell riega a manta la mayoría de su superficie, unas 70.000 hectáreas. El calor ha adelantado el deshielo y ayer el Segre en La Seu llevaba 16 metros cúbicos por segundo.

Fuentes del Canal d’Urgell indicaron que, de seguir las altas temperaturas, es muy probable que la campaña comience sobre el 20 y no a finales de mes. Pinyana prevé, de seguir esta tónica, que la demanda de agua aumente a mediados de semana. Servirá de 3 a 5 metros cúbicos y abrirá definitivamente la campaña.

El Aragón y Catalunya mantiene, el racionamiento de 0,25 litros por segundo y hectárea.