SEGURIDAD EN PRIMERA PERSONA
Josep Maria i Roger, padre e hijo, son mossos y patrullan juntos en Tàrrega
Josep Maria y Roger forman parte de la unidad de seguridad ciudadana de los Mossos en Tàrrega || El joven, de 21 años, está en prácticas desde el pasado agosto
Se han dado casos de que familiares coincidan a la vez de servicio en los Mossos d’Esquadra. Lo que no es tan habitual es que lleguen a patrullar juntos. Es el caso del agente Josep Maria, de la unidad de seguridad ciudadana de la comisaría de Tàrrega, que comparte vehículo con su hijo Roger, de 21 años.
El joven es uno de los agentes de la última promoción de la Policía catalana, la número 29, y está en prácticas desde el pasado mes de agosto. Ambos compartieron el domingo una emotiva fotografía a través de las redes sociales de los Mossos, en el Día del Padre, en la que se saludaban antes de iniciar su patrulla (ver SEGRE de ayer). “Patrullar con mi hijo es un orgullo y nos hace mucha ilusión a los dos.
Porque conozco a otros agentes que también han tenido en el cuerpo a sus hijos, pero llegar a patrullar juntos ya es casualidad”, destacó ayer Josep Maria. Explicó que el joven se presentó a las oposiciones con 19 años pero no aprobó y volvió a presentarse a las siguientes, que sí se sacó. Con 21 años salió de la Escola de Policia de Catalunya y acabó haciendo las prácticas en la comisaría de Tàrrega.
“Es una suerte que su primer destino haya podido ser aquí conmigo, pero soy consciente que en verano, cuando termine las prácticas, esto cambiará y se irá fuera”, señaló. Él mismo ha tenido diferentes destinos en los 24 años que lleva en el cuerpo. Ha pasado por Santa Coloma de Gramenet, Reus o El Pont de Suert.
También estuvo 14 años en el Área Regional de Recursos Operativos (ARRO). “Cuando llegó a la comisaría me preguntaron si quería patrullar con mi hijo, si estaba seguro, por si podía pasar algo, y dije que sí. A veces nos toca ir juntos y somos como dos compañeros más”, dijo.
A la pregunta sobre si su hijo se ha convertido en mosso para seguir sus pasos, Josep Maria señaló entre risas que cuando era pequeño “la primera opción que tenía era ser futbolista y la segunda, policía”. Patrullar juntos también es una oportunidad para el joven, que recibe los consejos de un agente con mucha experiencia. “Trabajamos como dos compañeros más y alguna detención hemos hecho juntos”, explicó.
“Le enseño sobre todo a respetar a todo el mundo y a hacerse respetar. En el trabajo, con el resto de compañeros, debe aportar lo que mejor sepa hacer y estar a gusto con todos ”, destacó. Sobre los posibles riesgos de la profesión, admitió que “claro que a veces piensas que puede pasar algo, pero cuando estás en el trabajo te centras y él tiene muchas ganas de aprender, lo que aún me llena más de orgullo”.