ESNOTICIA
Los barcos dejan Canelles por el bajo nivel del agua y se van a Camarasa
Una de las firmas que navega por Mont-rebei trasladará su actividad en Semana Santa || Otras empresas crean rutas de senderismo en zonas ahora secas
El bajo nivel del pantano de Canelles, en la cuenca del Noguera Ribagorçana y con un 21,27% de su capacidad, impide la navegación en barco por el desfiladero de Mont-rebei. Un hecho que ha provocado que una de las firmas que explotan turísticamente estas aguas haya decidido trasladar su actividad al pantano de Camarasa, en el Noguera Pallaresa. Miquel Àngel Pifarré, que regenta la firma Àger Aventura, explicó que la falta de agua les obliga a irse.
Explicó que tramitan con la Confederación Hidrográfica del Ebro los permisos para navegar en Camarasa, que actualmente está al 74,83% de su capacidad, y el cambio de matrículas de dos embarcaciones, una eléctrica y otra con motor de gasolina. Añadió que acceder a las aguas de Canelles es hoy por hoy muy difícil e incluso inseguro para los turistas. Además de las dos embarcaciones, de 25 y 12 plazas, respectivamente, la firma también trasladará a Camarasa una treintena de kayacs.
Prevén utilizar el embarcadero del camping Zodiac y las primeras actividades ya se harán esta Semana Santa. Aseguró que iniciarán la temporada primaveral con cuatro trabajadores con el objetivo de llegar a una decena. Mientras, otras firmas de Àger aseguraron que seguirán trabajando desde Corçà, potenciando otras actividades más allá de los paseos por el congosto de Mont-rebei.
“En la zona de Corçà y la muralla de Finestres aún hay agua y hemos creado nuevas rutas que combinan el senderismo y el kayac hasta el antiguo núcleo de Set”, aseguró Paula Maestre, de la empresa Montsec-Activa. Aseguró que se adecuará el embarcadero de Corçà para trabajar más cómodamente desde este enclave del embalse. Añadió que la empresa también elaborará packs turísticos para visitar Finestres y las antiguas minas de Corçà a pie.
“La falta de agua nos obliga a todos a buscar alternativas para seguir trabajando”, dijo. Si bien la sequía ha interrumpido parte de la actividad náutica establecida en Canelles también atrae a otro tipo de turista que viene para visitar parajes que anteriormente estaban cubiertos de agua, explicó.
Los usuarios del agua, pendientes de las juntas de explotación
Regantes, ayuntamientos y otros usuarios del agua de los pantanos están a la espera de que la Confederación Hidrográfica del Ebro comunique la semana que viene si los del Segre, el Noguera Pallaresa y el Ribagorçana deben tomar alguna medida ante la sequía más allá de la reducción de dotaciones para el regadío.El decreto de sequía de la Generalitat ratificado el miércoles en el Parlament no afecta a la cuenca catalana del Ebro, que incluye casi a la totalidad de municipios de Lleida.
Solo seis localidades del Solsonès (Clariana, Navès, Pinós, Riner, Solsona y Olius) pertecenen a las cuencas internas de Catalunya, por lo que las restricciones dictadas por la ACA sí les son de aplicación. En paralelo, el Plan Hidrológico Nacional (2001) obliga a los municipios de más de 20.000 habitantes (en Lleida, solo la capital) a tener un plan de emergencia por sequía. La Paeria aprobó en 2022 un protocolo de medidas ante la sequía incluido en el reglamento del agua y tramita otro con la Mancomunitat de Pinyana.