SEGURIDAD PREVENCIÓN
El Palau instala cámaras lectoras de matrículas conectadas con Mossos
A través del proyecto Lectio para municipios que no cuentan con Policía Local || Detectan de forma inmediata vehículos vinculados a la delincuencia
El Palau d’Anglesola ha instalado en los accesos principales a la localidad cámaras que incorporan lectores de matrículas de coches. Se trata de una medida de prevención y de mejora de la seguridad que impulsa la Generalitat a través del proyecto Lectio para municipios que no cuentan con Policía Local.
El objetivo de las cámaras no es controlar la movilidad o el tráfico sino detectar vehículos que puedan estar relacionados con investigaciones abiertas por parte de los cuerpos de seguridad.
El Palau es el primer municipio de la comarca del Pla d’Urgell en disponer de este sistema y se ha optado por este pueblo al estar conectado a una vía rápida como es la autovía A-2, zonas que son más proclives a registrar un mayor número de delitos, como explicaron ayer el alcalde, Francesc Balcells, y el jefe de las comisarías de Mollerussa y Les Borges Blanques, Roderic Moreno.
En la misma comarca, otro municipio que conecta con dicha vía, Golmés, también plantea contar con este sistema de cámaras cuya instalación requiere de la autorización de la Comisión de Control de Dispositivos de Videovigilancia de Catalunya y, una vez en marcha, operan las 24 horas al día y están conectadas directamente con la base de datos del departamento de Interior, que puede llegar a detectar de forma inmediata vehículos relacionados con delitos a nivel internacional.
El consistorio ha destinado 18.000 euros del presupuesto para instalar estas cámaras. Dos de ellas se encuentran en la carretera de Mollerussa y otra en la de Fondarella. L’Horta de Lleida cuenta con un sistema similar que está conectado con la Guardia Urbana para luchar contra los robos y el incivismo.
Por otra parte, Mollerussa cuenta con más de un centenar de cámaras de videovigilancia distribuidas en equipamientos como la piscina cubierta o los pabellones polideportivos y espacios como las plazas Manuel Bertrand o Pla d’Urgell.
La medida también ha permitido mejorar la recogida selectiva de basura, con cámaras móviles que se colocan ante contenedores en zonas como las avenidas del Canal o de la Generalitat. Las multas ascienden a cien euros.