El geriátrico de Tremp celebró una fiesta sin mascarillas antes del brote

Dos trabajadoras de la residencia Fiella de Tremp han presentado una nueva querella contra el centro por celebrar la 'castanyada' sin mascarillas 20 días antes del brote de Covid detectado en noviembre de 2020, que acabó con la vida de 64 residentes. Denuncian que incumplieron las medidas sanitarias y pusieron en riesgo a empleados y residentes.

Dos trabajadoras han presentado una nueva querella contra la residencia Fiella de Tremp por celebrar la fiesta de la castanyada 20 días antes del brote de Covid detectado el 19 de noviembre de 2020, que acabó con la vida de 64 de los 142 residentes.

El Tribunal Superior de Justicia de Catalunya informó ayer de que la querella se presentó el pasado lunes por un delito contra los derechos de los trabajadores y que aún no ha sido minutada y, por tanto, no ha sido todavía admitida por la titular del juzgado que investiga el caso de la residencia. Habrá que esperar hasta después de las vacaciones de Semana Santa. La querella, según publicó ayer ACN, acusa a la entonces directora de la residencia, R.N, y al Patronat de la Fundació Fiella de poner en riesgo a los trabajadores, además de a los residentes, permitiendo la celebración de esta fiesta e incumpliendo las medidas sanitarias.

En sus escritos al juzgado han aportado fotografías de esta fiesta, en las que aparecen residentes de varias plantas mezclados, sin mascarilla y sin respetar las distancias. La fiesta se celebró el 30 de octubre de 2020, durante la segunda oleada de la pandemia, cuando las medidas antiCovid de la Generalitat impedían reunirse en grupos de más de 6 personas y obligaban a llevar mascarilla, entre otras. En la querella, las trabajadoras incorporan información, planos y fotografías para ilustrar que para celebrar la castanyada se mezclaron usuarios de diferentes zonas de la residencia en una misma sala, donde estuvieron también haciendo panellets.

Según su información, había usuarios de la planta de hombres, la planta 0 (edificio nuevo), la planta 1 y la 2, todos juntos y en algunos momentos sin mascarilla. Las denunciantes consideran que esta fiesta “podría ser la causa principal del inicio del brote” de Covid y consideran que la exdirectora, con el beneplácito de miembros del Patronat, hicieron una “mala gestión” de las medidas y precauciones antiCovid. En la querella también denuncian trabajo “precario”, incluso antes de la pandemia, así como un horario “extenuante” con jornadas de más de 70 horas a la semana.

Dos causas abiertas pendientes de las declaraciones de las investigadas

El Juzgado de Instrucción 1 de Tremp tiene abiertas dos causas por el brote de Covid en la residencia Fiella, una por homicidio imprudente y trato degradante por la muerte de 64 usuarios y otra por un delito contra la seguridad de los trabajadores. Hace ya más de un año, el 31 de marzo de 2022, comenzaron las declaraciones en fase de instrucción pero la jueza todavía no ha citado a declarar a las dos investigadas en estas causas, la entonces directora del centro, R.N., y la responsable de Higiene Sanitaria, M.R.N.O. Como ya publicó SEGRE la semana pasada, el juzgado ha prorrogado medio año la causa que se sigue contra la residencia tras la querella que interpuso la Fiscalía de Lleida en febrero del año pasado.

La jueza sustituta que había en febrero declaró la causa compleja y la ha prorrogado seis meses, hasta principios de agosto. De hecho, la causa se ha demorado, entre otros motivos, por un relevo de magistrados. Hace año un año declararon como testigos los mossos d’esquadra que se hicieron cargo de la investigación, la entonces gerente de Salud en las regiones sanitarias de Lleida y Alt Pirineu i Aran, Divina Farreny, y la directora que se encargó del centro cuando este fue intervenido por Salud, Elena Badia, que corroboraron que “hubo un descontrol total”, según informó el abogado Xavier Prats, que representa a tres familias de usuarios fallecidos y que en la causa de los trabajadores ejerce la acusación popular.

A la espera de saber si el juzgado admite la nueva querella, Prats señaló ayer que esta es “una prueba más de que se incumplieron las medidas sanitarias” y que “hubo dejación de funciones”. En la fase de instrucción, varios empleados declararon que no había control y no tenían material de protección.