REPORTAJE AGRICULTURA
Del campo al taller tras Filomena
Miquel Prunera, uno de los afectados por las nevadas de enero de 2021, abandona la agricultura y trabaja de mecánico desde hace un mes || No ha recibido compensaciones por los destrozos que el temporal provocó en sus olivos y asegura que fincas próximas sí que las han cobrado
Miquel Prunera era hasta hace un mes agricultor en Bovera. Ahora es mecánico en una planta de tratamiento de almendras en La Granadella. Es uno de los afectados por la nevada de enero de 2021, que arrasó una gran cantidad de olivos en Les Garrigues y el Segrià.
Dejó la agricultura tras quedarse sin compensaciones por los daños del temporal Filomena. “La nevada arrasó con una finca de 3,5 hectáreas y destrozó casi 620 árboles que llegaban a producir 39.000 kilos de olivas”, asegura Prunera, propietario de 20 hectáreas en este municipio de Les Garrigues. Su finca fue una de las que visitó días después del Filomena la consellera de Acción Climática, Teresa Jordà.
“Cogida de mi brazo me dijo que había sufrido un gran perjuicio”, dijo. Sin embargo, “más de dos años después no he recibido ninguna compensación, ni un triste euro”, recalca. “Lo más curioso es que fincas próximas han llegado a recibir hasta 16.000 euros y estaban en las mismas condiciones.
Si hubiera sido una tormenta localizada, lo puedes entender, pero si nieva, lo hace por igual en todas partes”, afirma. Prunera atribuye esta situación a una mala tasación de los desperfectos. “Hicieron hasta tres, pero vinieron días después de la tormenta, incluso meses después, tras las protestas que generó la primera inspección e incluso tasaron desde un helicóptero”, explica. “Estas cosas desaniman, más en un trabajo como el agrícola, que es muy duro. Si no voy a tener más que pérdidas, lo dejo y me dedico a otra cosa. Y eso es lo que hecho.
Abandonar el campo e irme a un taller”, concluye. Prunera se ha dado de baja de UP, el sindicato en el que militaba desde hacía 20 años. “No me pueden justificar que las fincas no estuvieran aseguradas, porque ya hicimos un seguro tras el incendio del verano de 2019.
Lo que sucedió es que las inspecciones las hicieron muy tarde y los árboles se iban recuperando. Lo cierto es que aunque en 2021 la producción fue nula, en 2022 se recogieron unos 16.000 kilos que no compensaron las pérdidas”. Pese a que hace un mes que trabaja de mecánico, mantiene sus fincas. “No sé que haré con ellas. La tierra es la tierra, pero ahora no compensa”, dijo.
La borrasca provocó daños en más de 34.600 hectáreas
La conselleria de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural constató en enero de 2021 que más de 34.600 hectáreas de olivos de las comarcas de Lleida se vieron afectadas por el paso de la borrasca Filomena. Fueron el 75% del total de las 46.383 hectáreas dañadas en el conjunto de Catalunya. Así lo puso de manifiesto la titular del departamento, Teresa Jordà, durante una visita a Vinaixa y Bovera, en el que se comprometió a “buscar soluciones para recuperar el potencial productivo de las zona”. De este modo, un total de 34.633 hectáreas de olivos de la demarcación sufrieron algún tipo de afectación como consecuencia del temporal.
Además, de la superficie dañada en Ponent, en unas 24.000 hectáreas, los daños son del 60% por la rotura de ramas debido a la acumulación de nieve. Las comarcas más afectadas por la borrasca, explicó entonces la consellera Jordà, fueron Les Garrigues, Segrià y Urgell, además de la Terra Alta, la Ribera d’Ebre y la Priorat. Jordà también hizo hincapié en que la borrasca Filomena llegó con la campaña prácticamente finalizada.