Lleida cierra la Semana Santa tras recibir 80.000 turistas y 270.000 pernoctaciones

El sector turístico de Lleida cerró ayer la campaña de Semana Santa, que ha atraído a unos 80.000 turistas a la demarcación que han sumado más de 270.000 noches de alojamiento.

Son registros similares a los de 2021 y 2022, a pesar de que esta vez el contexto ha sido más adverso, debido a la falta de nieve en las estaciones de esquí y también por la sequía. El Pirineo y las zonas turísticas de Lleida han alcanzado un volumen de reservas del 90% entre el Viernes Santo y ayer, según los datos del Patronato de Turismo de la Diputación. Destacan los bungalows, con algunos establecimientos que han colgado el cartel de completo.

Por su parte, las segundas residencias y los pisos de uso turístico han contado con un buen nivel de ocupación, lo que también ha beneficiado a los restaurantes y comercios. El responsable de Promoción del patronato, Juli Alegre, explicó que se está “fidelizando” a los clientes que “descubrieron o redescubrieron” Lleida durante la pandemia, apostando por los espacios naturales y los bajos niveles de masificación (más información en la página 4). Asimismo, hizo una valoración positiva de los resultados de la campaña y aseguró que “el sector está satisfecho”.Uno de los atractivos de la Semana Santa en el Pirineo es la posibilidad de combinar la práctica del esquí con los deportes de aventura.

Baqueira, Boí Taüll y Port Ainé, las tres estaciones que permanecían abiertas, cerraron ayer la temporada de invierno después de vender 60.000 forfaits durante estos días festivos (ver desglose). Por su parte, las actividades de turismo activo han tenido un nivel de reservas que se ha situado entre el 80% y el 85%. El buen tiempo de estos días festivos también propició que los niveles de contratación de los deportes de aventura se hayan situado por encima de la Semana Santa del año pasado.

En el caso del rafting, que es la estrella del turismo activo en el Pirineo, el caudal del río Noguera Pallaresa está asegurado con el deshielo y el convenio con Endesa que regula el nivel de agua. Las empresas llevan a cabo este año un seguimiento de las reservas de agua para ahorrar el máximo posible en la campaña, que este año se lleva a cabo en plena sequía

El Pirineo ha contado con una ocupación del 90% y los bungalows han rozado el completo

Los buenos registros de esta Semana Santa llegan después del récord que se batió en enero y febrero. En los dos primeros meses del año, Lleida recibió a 218.348 visitantes y 557.467 pernoctaciones, lo que supone un aumento del 4,2% y del 5,6%, respectivamente, respecto al año pasado.

Si se comparan estos datos con los de 2019, antes de la pandemia, la subida supera el 20% en ambos casos. El turismo internacional también se va recuperando y estos visitantes generaron un 1,5% más de noches de alojamiento en comparación con 2022.

Baqueira, Boí Taüll y Port Ainé venden 60.000 forfaits en estas vacaciones

Baqueira, Boí Taüll y Port Ainé terminaron ayer la temporada de invierno después de vender unos 60.000 forfaits esta Semana Santa, según el Patronato de Turismo de la Diputación.

Estas tres estaciones eran las únicas que quedaban abiertas en Lleida después de que las altas temperaturas de finales de marzo y la falta de nieve provocaran el cierre anticipado de Espot, Port del Comte, Tavascan y las pistas de nórdico. El Patronato prevé que la campaña de invierno termine con unos 1,5 millones de forfaits. Por su parte, Boí Taüll ha batido récords y este invierno ha recibido a casi 173.000 visitantes (ver SEGRE del domingo).