El Canal de Urgell acuerda pedir la declaración de zona catastrófica y rebaja la dotación de agua

Los pantanos que abastecen al Canal d’Urgell y al Segarra-Garrigues tienen solo 42 hectómetros útiles de agua para el regadío y los agricultores consideran que, con una buena gestión, las reservas durarán hasta finales de mayo, pero entonces tendrán que cerrar el grifo si no ha llovido. Las aportaciones del Segre en plena primavera son las “más bajas en 70 años” y con el deshielo no se puede contar. Así las cosas, la comisión de circulación del agua del Urgell acordó ayer reducir la dotación del canal principal de 27 a 23 metros cúbicos de agua por segundo y la junta de gobierno aprobará la semana que viene pedir la declaración de buena parte de la superficie regable como zona catastrófica.

El objetivo es que la Confederación Hidrográfica del Ebro lo considere estado excepcional por sequía extraordinaria y puedan acogerse a ayudas. El presidente de los regantes, Amadeu Ros, señaló que los cultivos de verano no se podrán regar y pidió que no se plante cereal de segunda cosecha. De hecho, la situación de emergencia declarada hace 10 meses en el río Segre ya prevé su prohibición, además otras medidas excepcionales ya aplicadas.

Los regantes calculan que salvarán el cereal de invierno y los frutales, aunque sin asegurar la producción de este año. Prevén que haya una fuerte afectación en la mitad de la superficie regada por el canal principal, es decir, en unas 25.000 hectáreas. Las ayudas se pedirán al Estado y la Generalitat.El director general del canal, Xavier Díaz, explicó que si lo cierran por falta de agua actuarán como en invierno y darán agua cada tres semanas para abastecimientos y para frutales.Recordó que los abastecimientos están asegurados ya que son prioritarios.

El presidente de Asaja en Lleida, Pere Roqué, alertó que si los árboles frutales no se pueden regar en dos semanas tendrán “echar la fruta al suelo para que el árbol no muera”. Defendió buscar compensaciones como las de las heladas de 2022. El secretario de Agenda Rural, Oriol Anson, dijo que la excepcionalidad “no es la solución al problema” porque se dicta tras los daños

En las cuencas internas, la Generalitat destinará 25 millones de euros a ampliar la potabilizadora del acuífero del Besós para cuadruplicar el agua que produce, según anunció el President Pere Aragonès. Producirá hasta 860 litros por segundo para Barcelona y su entorno.

“La renta agraria será desastrosa y puede haber daños por años”

“Desde otoño preveíamos que podría ser un año complicado. Fuimos conservadores y apostamos por los cereales de primavera, como la cebada, el trigo y los forrajes, que no mueren en verano, pero si no hay agua no hay producción”. Es el testigo de Jordi Rubiol, agricultor y ganadero de Ivars d’Urgell que vive en primera persona la sequía en el Canal d’Urgell. “La campaña será muy mala no solo para nosotros, sino también para nuestros clientes. Hacemos producción ecológica y tenemos ganaderos del Pirineo que esperan nuestros forrajes y ya les hemos tenido que decir que no se lo podremos suministrar. Habrá una renta agraria desastrosa y puede dejar secuelas de años. Si cierran el agua en mayo se agravará la situación. Nuestra zona es imprescindible para alimentar al territorio y si se piensa en clave país, debe haber una implicación de todas las administraciones para evitar que la comarca se pare”.