ESNOTICIA
El Canal d'Urgell llama a reducir el consumo urbano de agua y a tener los depósitos llenos
En previsión de cierres si hay días de lluvia y por si la sequía pone fin a la campaña de riego en mayo
La comunidad de regantes del Canal d’Urgell hizo ayer un llamamiento a reducir el consumo urbano de agua y pidió a los ayuntamientos que mantengan reservas suficientes en los depósitos municipales para asegurar el suministro de boca. Así consta en una circular enviada por la tarde a los setenta municipios del llano de Lleida a los que suministra agua potable y para explotaciones ganaderas.
Los regantes avanzaron que “se procederá a cerrar de inmediato los canales” si hay lluvias con el fin de ahorrar agua, por lo que recomendaron a los ayuntamientos “mantener las reservas de agua suficientemente llenas”. Asimismo, recordaron que la campaña de riegos podría finalizar en la segunda quincena de mayo si se mantiene la escasez de precipitaciones.
En tal caso, apuntaron que solo circulará agua por los canales “siete días al mes para abastecimientos” de ciudades, pueblos y granjas y que “el caudal será el mínimo imprescindible”. Por ello, la circular reclama a los municipios y ganaderos “reducir al máximo sus consumos”.
El presidente de la comunidad de regantes, Amadeu Ros, explicó que no temen que las restricciones lleguen al consumo humano y que el llamamiento a reducir el uso urbano del agua debe entenderse como una recomendación. La ley supedita el riego al abastecimiento de agua potable a ciudades y pueblos. Este uso prevalece sobre cualquier otro. Hasta ahora, las limitaciones al consumo de agua se han aplicado al regadío. Ayer mismo entró en vigor la reducción del caudal en el canal Principal, que ha pasado de 27 metros cúbicos por segundo a un máximo de 23.
Si la campaña de riego del Canal d’Urgell finalizase en mayo, el agua disponible se destinaría de forma preferente al consumo de boca, que requiere unos 30 hectómetros cúbicos. El caudal para usos agrícolas en el canal Principal se limitaría a asegurar “la supervivencia de los árboles frutales” y no la producción de fruta.
No se podrán regar segundas cosechas ni cultivos de verano y, a partir del 1 de junio, tampoco el cereal de invierno. Muchos agricultores plantaron meses atrás trigo y cebada porque requieren menos agua que el maíz que sembraban en años anteriores. Pese a ello, la sequía empieza a arrasar los cultivos en fincas de secano y el sector teme graves pérdidas también en las de regadío.
Las restricciones al regadío se extienden al Canal de Aragón y Catalunya, que ha empezado a aplicar este mes medidas de ahorro que, en años anteriores, no tenía necesidad de adoptar hasta finales de la campaña de riego, entre los meses de agosto y septiembre.
En Canal de Pinyana no ha tomado por ahora estas medidas, pero mantiene un estricto control de los caudales, mediante la instalación de candados en las tomas de riego y la contratación de vigilantes. Tampoco el Segrià Sud limita las dotaciones de riego, aunque esta comunidad aplica desde el año pasado un sistema tarifario que graba los consumos más altos y beneficia a los menores. La necesidad o no de nuevas limitaciones en los regadíos leridanos se abordará la próxima semana en el marco de comisión de desembalses de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE).
Por su parte, numerosos ayuntamientos se esfuerzan por hacer un uso eficiente del agua y evitar que se desperdicie mediante consumos excesivos o por roturas en su red de tuberías. Un total de 14 consistorios leridanos se han acogido a subvenciones de la Agència Catalana de l’Aigua (ACA) para mejorar el control de los caudales mediante la instalación de contadores en diferentes puntos de su red de distribución. Entre los beneficiarios de estas ayudas destaca la Mancomunitat d’Aigües de Les Garrigues, que suministra a 24 municipios de esta comarca y del Segrià.
Asimismo, 22 ayuntamientos de las comarcas leridanas recibirán ayudas de la ACA para redactar planes directores para mejorar el abastecimiento de agua de boca o para actualizar los que ya tenían.