TRIBUNALES JUICIO
Entidades de Tàrrega exigen a una acusada 220.000 € de una herencia
La Fiscalía y los afectados piden que la mujer, sobrina de la testamentaria, sea condenada a seis años de cárcel || La inculpada responsabiliza a un albacea
El ayuntamiento de Tàrrega, dos vecinas y nueve entidades de la capital del Urgell –Congregació Pares Carmelites, Creu Roja, Associació de Dones Arrel, Associació Capella de Música, Associació de Familiars de Malalts d’Alzheimer, Càritas, Associació Amics de l’Arbre, Orfeó Nova Tàrrega y Centre Cultural– declararon ayer ante la Audiencia de Lleida que no han recibido parte de la herencia que les legó una vecina fallecida en el 2009 y de la que supuestamente se ha apropiado una sobrina de la fallecida. La acusada se enfrenta a una petición de seis años de prisión por un delito de apropiación indebida. El Ministerio Público considera que ella y su hermana –ya fallecida– se quedaron unos 220.000 euros de los 400.000 que la mujer –trabajadora del consistorio– dejó a 26 legatarios.
La acusada negó los hechos y afirmó que el encargado de repartir la herencia era el albacea particular. Sin embargo, este murió a falta de más de la mitad del dinero por repartir. El hijo del albacea, que trabajaba con él en la gestoría familiar, afirmó que el abogado de dos sobrinas de la mujer les prohibió repartir el dinero correspondiente a productos bancarios entre los legatarios.
Según el hijo del albacea, eran más de 400.000 euros, la mitad del dinero en cuentas bancarias y la otra mitad en fondos fijos, preferentes, acciones o planes de pensión. El dinero de este segundo paquete es el que quedó pendiente de repartir, a la espera de cuantificarse. De hecho, la sección civil de la Audiencia de Lleida ya determinó en 2019 que la voluntad de la testamentaria era que el dinero procedente de depósitos, valores y activos financiaros debía ser legado proporcionalmente a las entidades legatarias.
Según la Fiscalía, la acusada fue requerida en más de tres ocasiones para que entregara el dinero pero hizo caso omiso. La acusada se limitó a decir que repartió “lo que debía repartir”. Las dos vecinas que eran beneficiarias de la herencia –por su amistad con la mujer– y varios de los representantes de las asociaciones explicaron que esta les explicó que su voluntad era que la totalidad del dinero fuera para las asociaciones mientras que sus propiedades quedaban para sus dos sobrinas.