Visto bueno de Urbanismo a ampliar el hospital de la Val

La comisión de Urbanismo de Aran dio ayer el visto bueno a la ampliación del hospital de la Val, que el Conselh Generau deberá llevar a cabo entre este año y 2028. Frente a la previsión inicial de unir el centro médico y la residencia para la tercera edad de Sant Antoni y convertirlos en un único inmueble, la comisión aprobó cambios en la planificación urbanística de Vielha para mantenerlos separados, conservar la plaza entre estos dos edificios y construir uno nuevo para la ampliación de las instalaciones médicas. El Conselh Generau ya avanzó el pasado mes de marzo que las obras se dividirían en tres etapas.

La primera consistirá en adecuar este año la plaza entre el hospital y la residencia. La segunda incluirá la construcción de un nuevo edificio junto al centro geriátrico para instalar en él las consultas de atención primaria y de especialistas. La última etapa supondrá la remodelación de los espacios de Urgencias y de diagnóstico por la imagen.

La administración aranesa y el departamento de Salud firmaron en marzo el acuerdo por el cual la Generalitat comprometió a financiar la ampliación y remodelación del centro médico. Por otra parte, la comisión de Urbanismo dio el visto bueno a un proyecto del ayuntamiento de Vielha e Mijaran para habilitar una pista de tierra para bicicletas en el núcleo de Betren. Se trata de una iniciativa para promover el turismo activo y la práctica del deporte.

Durante la sesión se aprobó también el proyecto para llevar agua de boca del pueblo de Casau a media docena de casas al pie de la N-230, que llevan medio siglo recibiendo caudal sin tratar de un barranco de la zona (ver desglose).

Aprueban el plan para llevar a 6 casas agua de boca desde CasauLa comisión de Urbanismo de Aran aprobó también el proyecto para extender la red de agua de boca del pueblo de Casau y hacerla llegar a seis casas al pie de la N-230. Estas viviendas se suministran desde hace medio siglo del caudal sin tratar de un barranco de la zona.

Los propietarios de las casas encargaron el proyecto para recibir agua potable de Casau y propusieron pagar las obras. Precisamente, esta semana lamentaron no haber constatado avances en casi un año (ver SEGRE del pasado miércoles).