El Canal d'Urgell cierra el principal y deja 50.000 hectáreas a expensas de la lluvia

El Canal d'Urgell hizo ayer efectivo el cierre del canal principal, solo cuatro semanas después del inicio de la campaña en las 50.000 hectáreas que riega. Cereal de invierno, de verano, alfalfa y frutales quedan a expensas de la lluvia y aún no se sabe si la campaña se podrá retomar. La CHE se reúne hoy para debatir posibles medidas.

El Canal d’Urgell ha dejado de suministrar desde hoy agua de riego para 26.000 hectáreas de cereal de invierno, 6.500 hectáreas de cereal de verano (seguramente, dejadas en barbecho), 7.500 hectáreas de alfalfa y 9.500 de frutales desde el principal por falta de agua.

Esta operación, que implica una interrupción inédita de la campaña de regadío y la más temprana en los 161 años de historia del canal, permitirá asegurar el abastecimiento urbano (a la población, granjas e industrias) y la supervivencia de los frutales, aunque no la cosecha. Esta, y la de todas las plantaciones que dependen del riego del canal principal (unas 50.000 hectáreas), quedan ahora a expensas de la lluvia. Las 20.000 hectáreas regadas por el auxiliar, así como los grandes sistemas de riegos del Aragón y Catalunya, Pinyana o el Algerri-Balaguer, tendrían el agua asegurada hasta septiembre aunque con restricciones.El cierre del canal principal se hizo de forma progresiva durante todo el día de ayer hasta que las compuertas de la casa del Tossal de Ponts se cerraron hacia las ocho de la tarde, con solo una rendija para dejar un caudal continuo de dos metros cúbicos de agua por segundo para garantía de los abastecimientos.

La bajada del nivel se percibirá hoy. El sistema Oliana-Rialb perdió más de 2 hectómetros en el último día y se situó ayer en 57,6 hectómetros. El bajo nivel de Rialb mantiene parada de nuevo la central hidroeléctrica de Acciona y si la sequía se prolonga no solo compromete la actual campaña de riegos sino también la próxima.Los regantes del Canal, que participan hoy en la junta de gobierno de la Confederación Hidrográfica del Ebro, prevén pedir que el riego se cierre en el río Segre aguas abajo de Rialb también para el Segarra-Garrigues y que se controlen los regadíos aguas arriba.

La junta podría acordar tramitar la declaración de zona catastrófica de la superficie afectada por la sequía. Los ayuntamientos, a su vez, consideran que la CHE ya debería marcar limitaciones al consumo de agua. El agua del canal principal, por otra parte, dejará de llegar también al Estany d’Ivars i Vila-sana.

El Govern critica a la CHE e Illa invita a Jordà a liderar la modernización

La portavoz del Govern, Patrícia Plaja, criticó ayer la gestión de la Confederación Hidrográfica del Ebro al asegurar que “se tenía que haber hecho lo posible para evitar llegar hasta aquí, pero hasta hoy en esta cuenca no se ha aplicado ningún tipo de restricción”. Recordó que proponen asumir un 60% del coste de la modernización del canal y el Estado, el 40%. El primer secretario del PSC, Salvador Illa, pidió en Mollerussa a la consellera Teresa Jordà que “no condicione” la modernización a una aportación estatal. Recordó que el Gobierno central destinará más de 28 millones al proyecto e instó a Jordà a “liderar el camino”.

Las cámaras de comercio piden abordar ya la conversión del riego

La Cámara de Comercio de Lleida defendió ayer en la comisión de Ordenación del Territorio del consejo de cámaras de comercio de Catalunya la necesidad de modernizar el Canal d’Urgell. El presidente de la entidad en Lleida, Jaume Saltó, aseguró que esta infraestructura “es vital para la economía de Lleida, para el sector agroalimentario”.

Aseguró que la sequía afecta a muchos sectores económicos, no solo el agrario: “Tiene un impacto muy grande en Lleida”.Saltó añadió que modernizar el regadío es primordial y se debería hacer en todos los sistemas de riego, pero especialmente ahora en el Urgell, ya que es el que pasa por un momento crítico. Las cámaras de comercio apuntaron que deben ser los gobiernos los que deben financiar las obras de modernización. “La Generalitat debe hacer de gestor y también es necesaria la participación del Estado e incluso de Europa, pero hay que entender que es un proyecto vital para Lleida y para el sector agroalimentario”, aseguró ayer en la comisión.

El cierre del Canal d’Urgell ayer implicará, por otra parte, extremar la vigilancia para evitar extracciones. El control se llevará a cabo por parte de los vigilantes del agua y la brigada de celadores se les sumarán esta campaña. En total hay unos 17.500 regantes en las seis comarcas del llano.