Interior prevé un verano crítico en incendios forestales por la sequía

El Govern prevé una campaña de verano “difícil” en relación a los incendios, según advirtieron ayer los consellers de Acción Climática, Teresa Jordà, y de Interior, Joan Ignasi Elena, que anunciaron medidas de prevención “sin precedentes” para evitar grandes fuegos, como los registrados este año en Canejan y la Franja y el Baix Segre. Los consellers señalaron que contarán con más recursos, tanto humanos, con la incorporación de 250 bomberos de la escala básica, entre otros efectivos de refuerzo, y de más equipamiento y material. También se avanzará a mayo la llegada de cuatro medios aéreos para hacer frente a la campaña forestal, que se avanza al 1 de junio y se alargará un mes hasta el 30 de septiembre.

Jordà prevé una situación de “alta complejidad” este verano por el riesgo de incendio a causa del largo periodo de sequía, que se ha agravado en los últimos meses, las altas temperaturas y baja humedad que se esperan, como pasó el año pasado, y el “abandono” que ha habido durante años del territorio rural y las actividades agroforestales. En el incendio de la Franja y el Baix Segre del pasado 15 de abril, con más de 400 hectáreas quemadas, los alcaldes destacaron la importancia de la actividad agraria en la zona, con muchos campos de frutales que hicieron de cortafuegos y que impidieron que las llamas avanzaran. Los consellers pusieron el foco en los “grandes incendios forestales”, aquellos que pueden sobrepasar la capacidad de extinción y que suponen un “grave riesgo” para las personas y el territorio.

La anterior campaña se cerró con 260 incendios forestales, que quemaron un total de 6.100 hectáreas, de las que 4.200 fueron en dos grandes incendios, el de Artesa de Segre y el del Pont de Viladomara. Preocupa también, según apuntó Elena, el riesgo de un fuego “intenso” y “rápido”. Otra dificultad añadida es la falta de agua en los embalses, ya que tres están inoperativos para la carga de aviones de Bomberos como el de Llosa del Cavall.

La situación es “desfavorable” en toda Catalunya, pero preocupa sobre todo el litoral y el prelitoral de Girona y Barcelona y la Catalunya central. La oposición, por su parte, pidió más prevención y coordinación.