ESNOTICIA
Afrucat estima en 164 millones las pérdidas por el cierre del Canal d'Urgell
El cierre del Canal de Urgell para el riego de los cultivos puede ocasionar unas pérdidas al sector frutícola de 164 millones de euros, que se ampliarían a los 764 millones si no se llega a garantizar la supervivencia de los árboles para próximas campañas, según Afrucat, que ha pedido ayuda urgente a las diferentes administraciones.
Afrucat estimó ayer en 164 millones de euros las pérdidas directas del sector de la fruta, entre inversiones hechas que no se amortizarán, mano de obra y los costes fijos inflexibles de las explotaciones, en las zonas en las que este año no haya cosecha por las restricciones de agua por la sequía, entre ellas el cierre del riego en el Canal d’Urgell. Sin embargo, si se llegara a un escenario en el que no se garantice la supervivencia de los árboles frutales, habría que sumar otros 600 millones, correspondientes al coste de replantación y el de entrada en producción en los años posteriores, aproximadamente cinco, hasta que estos volvieran al pleno rendimiento. Esta situación no está ahora prevista, ya que el Canal d’Urgell mantiene una dotación de agua para la supervivencia de los frutales, además de abastecimientos.
El director general de Afrucat, Manel Simon, defendió la necesidad de garantizar la supervivencia de evitar la muerte de los frutales. “No podemos permitirnos llegar a este escenario”, insistió.Detalló que el cierre del riego en el canal de Urgell pone en riesgo una producción potencial de 173 millones de kilos de manzana, que supone el 58% del total de la producción catalana que, según recordó, es la más importante de todo el estado español. En cuanto a la pera, la cifra afectada alcanza unos 74 millones de kilos (52%), y en el caso del melocotón y la nectarina de unos 35 millones de kilos (7%).Por ello, pidió a las diferentes administraciones que soliciten una autorización a la UE para desplegar “ayudas de Estado”, un mecanismo que permite sobrepasar las ya previstas de “mínimis” para situaciones de “fuerza mayor”.
Dijo que han encontrado “mucha predisposición” de las administraciones para apoyar al sector y defendió la necesidad de contar con ayudas para cubrir, al menos, las pérdidas directas derivadas de las medidas de restricción de agua por en el riego. También pidió que no se contemplen los resultados de la campaña de este año de cara a los cálculos por los seguros ni por los programas operativos de inversión.
“Hay incertidumbre de cuándo se abrirá el grifo”
Simón indicó que hay “incertidumbre” sobre en qué momento se abrirá el grifo para abastecer el agua necesaria para garantizar la supervivencia de los árboles.
Dijo que hay una parte del sector que tiene cierta “esperanza” en salvar una pequeña parte de la producción haciendo aclareos intensivos, dejando menos frutos por árbol y que estos tengan el mínimo calibre comercial. Sin embargo, alertó que ésta se puede “truncar” en función de la frecuencia con la que se abran las compuertas a los canales para permitir el regadío. Añadió que sin este “mínimo” de agua los árboles se pueden “estresar” y poner en riesgo la producción del próximo año.
Pero si los frutales mueren por falta de agua, implicará un sobrecoste para replantar y se tardarán años en recuperar la capacidad productiva.El presidente del comité de la manzana y pera de Afrucat, Joan Serentill, dijo que el paro productivo durante ese tiempo de un territorio que vive básicamente de la manzana y la pera provocaría unas pérdidas sociales que no se pueden cuantificar además de un cambio profundo en la zona. “La resiliencia no es infinita”, alertó.