Los radares han recaudado más de 19 millones de euros en 4 años en Lleida

Los 38 radares fijos en las carreteras leridanas han sancionado a un total de 360. 573 conductores en los últimos cuatro años, con lo que han recaudado más de 19 millones de euros. Solo en 2022 se registraron 10 sanciones cada hora.

Los de L'Albi y Castelldans, en la autopista AP-2, y el Tàrrega, en la A-2, son los que más multas acumulan.

Los radares fijos activos que gestiona la Generalitat en las carreteras leridanas han recaudado en los últimos cuatro años más de 19 millones de euros con un total de 360.573 multas, siendo 2019, antes de las restricciones de movilidad por la pandemia, el ejercicio que mantiene el récord de recaudación, con más de 6,2 millones. Los datos facilitados a este diario por el Servei Català de Trànsit muestran la actividad sancionadora de los 38 radares fijos en la provincia, aunque algunos no registran ninguna o prácticamente ninguna multa debido a que no funcionaban por tareas de mantenimiento, actualización o actos vandálicos.

Concretamente, en 2022 se impuso un total de 86.814 sanciones que recaudaron un total de 3.977.525 euros. De media, ‘cazaron’ a diez conductores cada hora por superar los límites de velocidad, con una recaudación media que superó los 10.800 euros cada día. Si se compara con el año anterior, las infracciones han registrado un ligero descenso, del 6,2%, y se recaudaron unos 528.000 euros menos.

Según los datos de Trànsit, en 2020 se apreció un descenso de las multas por velocidad debido a las restricciones de movilidad. Las sanciones se reactivaron un año después, pero las cifras siguen siendo inferiores a las de antes de la pandemia. En los últimos cuatro años, el radar que más multas acumula es el de L’Albi, en la AP-2, con cerca de 58.400 sanciones desde 2019 y una recaudación de más de 3,28 millones de euros.

Le sigue el de Castelldans, también en la AP-2, con 2,19 millones y más de 38.100 sanciones. Otros radares que figuran en el ranking son los de Tàrrega, en la A-2; el de Bassella, en la C-14, y el de Vinaixa, en la N-240. Estos cinco radares engloban más de la mitad del total de recaudación desde 2019.El que más conductores ‘cazó’ durante el año pasado volvió a ser, con diferencia, en de L’Albi en la autopista AP-2, con cerca de 18.000 sanciones, seguido del de Corbins, en la carretera C-12, con un total de 5.753.

Tres de los radares que menos recaudan están en la carretera N-230 en Vielha, Bausen y Alfarràs. Trànsit defiende que estos aparatos son una de las medidas más eficaces para luchar contra la siniestralidad. Los delitos contra la seguridad en el tráfico se han disparado en los últimos años.

Según los Mossos d’Esquadra, en 2022 fueron imputados un total de 1.436 conductores en las comarcas leridanas, un 10% más que en 2021. Por velocidad excesiva, acabaron ante el juez 29 conductores en 2022 y otros 69 en 2021. La velocidad continúa siendo una de las prioridades en las medidas de prevención en la carretera, así como las distracciones y el consumo de alcohol y drogas, las principales causas de siniestralidad.

De hecho, las infracciones penales al volante por haber consumido bebidas alcohólicas o sustancias se han disparado en los últimos cuatro años y la mitad de los conductores que acaban ante el juez lo hacen por haber circulado ebrios. En el caso de las alcoholemias penales, estas se han disparado un 60% en cuatro años en las comarcas leridanas, mientras que el consumo de alcohol y drogas al volante se ha multiplicado por cinco.