Fincas afectadas parcialmente por el cierre del Canal d'Urgell empiezan a dejar un paisaje insólito
En un mismo campo de Bell-lloc d'Urgell conviven cultivos regados por el canal auxiliar y otros de secos porque bebían del principal
Una planta de cebada que se ha regado con agua del canal auxiliar, a la izquierda, y una planta de trigo ya seca porque se abastecía con el principal, a la derecha.
Una zona agrícola de Bell-lloc d'Urgell, en Lleida, vive una situación insólita a causa de las restricciones al riego por la sequía. Y es que varias fincas se han quedado parcialmente sin agua, ya que se abastecen tanto del canal principal de Urgell, cerrado desde finales de abril, como de la acequia auxiliar, que continúa abierta. Eso hace que cultivos secos y regados convivan en una misma finca o a muy pocos metros de distancia. "En un solo terreno hay parcelas que por la diferencia de altura, a veces de un metro, ya no les llega el agua", ha explicado Antonio Alentà, presidente de la colectividad de regantes número 16. Los propietarios de los campos tienen claro que la cosecha se perderá en las zonas donde no llega el riego.
Concretamente, la colectividad de regantes número 16 de Bell-lloc d'Urgell tiene 4.000 hectáreas de cultivos de alfalfa, trigo, cebada, maíz y frutales, 3.000 de las cuales se riegan gracias al canal auxiliar d'Urgell. Las 1.000 hectáreas restantes se proveían del principal, que cerró el abastecimiento de agua de riego el pasado 25 de abril. De estas últimas, 200 tienen el riego modernizado y 800 son los que más "sufrirán los efectos de la sequía", ha afirmado Alentà.
Los efectos de la sequía ya son patentes en parte de estos terrenos, pero donde más resaltan están en las fincas que cuentan con parcelas regadas por el canal auxiliar y otros que se tendrían que haber abastecido con el principal. "Se nota mucho la diferencia. Los cultivos regados por el auxiliar podrán salir adelante, pero los que bebían del principal ya no lo podrán hacer", ha indicado Alentà desde un campo de trigo donde las plantas ya están casi secas por la falta de agua, que contrasta con la plantación de cebada que hay delante, la cual se ha podido regar.
Con todo, parte de los cultivos que se abastecen del canal auxiliar están sufriendo también los efectos de la sequía. "Sin los alimentadores, como las aguas naturales, los turnos de riego se nos están alargando a 25-26 días cuando el más idóneo serían de 14", ha explicado el presidente de la colectividad. Eso perjudica sobre todo el cultivo de alfalfa y de cereal. "No hemos podido sembrar ni el maíz", ha añadido Alentà. Asimismo, la colectividad prevé también que los árboles frutales lo pasarán "muy mal" para sobrevivir este verano.
