El Pirineo acumula hasta 20 cm de nieve y los termómetros bajan 8 grados en una semana

La nieve regresó ayer a la Val d’Aran y las comarcas del Pirineo de Lleida, donde acumularon hasta 20 centímetros de nieve por encima de los 2.000 metros en Certascan, 10 centímetros en el Puerto de la Bonaigua y 8 centímetros en la Val de Ruda, en Aran.

La nevada estuvo acompañada por una caída de las temperaturas, tanto en el Pirineo como en llano, de entre 8 y 5 grados en las máximas.

Por ejemplo, en Lleida, el observatorio de la Femosa registró a lo largo del día una temperatura máxima de 21 grados, mientras que el lunes fue de 27,5. En Vielha, la máxima fue de 9 grados ayer y de 21 el lunes. Las precipitaciones dejaron hasta 11,5 litros por metro cuadrado en Vielha o 26,8 litros en Sasseuva.

Mientras, el sector agrícola confía en que las precipitaciones puedan mejorar los caudales en las cabeceras de los ríos y ayuden a mitigar la escasez de agua. Asimismo, la bajada de las temperaturas también puede ayudar a rebajar la demanda hídrica de los árboles y del cereal a la espera de nuevas lluvias previstas para los próximos días.

De hecho, en las comarcas del llano de Lleida hace más de 85 días que no hay lluvias importantes. Los pantanos del río Segre, Oliana y Rialb, acumulaban ayer 66,9 hectómetros cúbicos, un 13,7% de su capacidad. Entre los dos han ganado en los últimos siete días un hectómetro gracias a las lluvias.

La situación en la cuenca del Segre obligó a cerrar el riego en el Canal Principal d’Urgell el 25 de abril, que solo sirve entre 1,5 y 2 metros cúbicos por segundo para garantizar abastecimientos y riego de supervivencia para los frutales.

Por otra parte, el presidente de la comunidad de regantes del Segarra-Garrigues, Josep Maria Jové, insistió ayer en solicitar más agua para regar al tratarse de un riego eficiente. Aseguró que el agua en las balsas alcanza para asegurar la supervivencia de los árboles, algo que no era seguro días atrás.

“Desde el 28 de abril repartimos el agua por los distintos sectores y las balsas, pero tenemos un regadío modernizado y, con un poco más de agua, podríamos salvar incluso la cosecha”. Añadió que pedirán a la CHE más agua a finales de mes.

Nieve en las cotas altas de Aran y hoy se esperan más lluvias

Las precipitaciones en forma de nieve dejaron ayer hasta 10 centímetros en la localidad de Bagergue, en Aran, y 8 centímetros en la zona del refugio d’Amitges, en el Sobirà, aunque la lluvia fue más abundante en las cotas altas de Aran.

Mientras, la previsión es que los chubascos y tormentas continúen hoy en las comarcas de montaña y en el Prepirineo de Lleida. La cota de nieve se situará entre los 1.800 y los 2.300 metros, según el Servei Meteorològic.

Bell-lloc dividido por el riego del canal auxiliar y el principal cerrado

La colectividad de regantes número 16 de Bell-lloc d’Urgell tiene 4.000 hectáreas de cultivos de alfalfa, trigo, cebada, maíz y frutales, 3.000 de las cuales riegan del canal auxiliar, que toma agua del Noguera Pallaresa.

Las 1.000 restantes riegan del canal principal, que capta caudal del Segre y está cerrado desde el 25 abril. De estas últimas, 200 tienen riegos modernizados y 800 son las que más sufren los efectos de la sequía, según el presidente de la colectividad, Antonio Alentà.

Los efectos de la sequía ya son patentes y pueden apreciarse en las diferencias entre las fincas regadas por el canal auxiliar y las que reciben escasa agua del principal.“Los cultivos del principal ya no podrán salvarse”, indicó Alentà, en un campo donde las plantas ya están casi secas por la carencia de agua, que contrasta con fincas regadas.

Oración en la ermita del Canal d’Urgell para pedir agua

La Junta de Gobierno del Canal d’Urgell, presidentes de las colectividades de regantes y payeses llenaron ayer la ermita de Sant Isidre (patrón del Canal) dels Tossals de Ponts para pedir agua.

No es un hecho insólito, ya que el encuentro se hace todos los años al coincidir con la festividad del santo, aunque ayer las rogativas incidieron en la necesidad de que llueva para salvar las cosechas que se abastecen del canal, cerrado desde finales de abril.