SEGRE

ENTREVISTA AGUAS

Maria Dolores Pascual, presidenta de la CHE: «Llevábamos desde noviembre avisando de la situación crítica»

«Llevábamos desde noviembre avisando de la situación crítica»

«Llevábamos desde noviembre avisando de la situación crítica»AMADO FORROLLA

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En la sequía más grave que ha registrado la cuenca del Segre desde que hay datos, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Ebro explica qué puede hacer la administración hidráulica en esta situación, que va camino de agravarse en las próximas semanas. El organismo de cuenca ha recibido críticas por falta de previsión y por improvisación. En esta entrevista, María Dolores Pascual explica que la tendencia hacia una grave sequía se advirtió el pasado noviembre y, sin nieve ni lluvias, poco margen de actuación ha habido 

La sequía no da tregua: Urgell y Segarra-Garrigues han tenido que cerrar el grifo y otras cuencas pueden entrar en situación de emergencia ¿Cuál es la previsión?

No es buena. Sabíamos que habría una sequía bastante relevante y se ha agravado. Los índices de sequía se dan de forma muy temprana y aún están por venir los meses de estiaje. Confiábamos en que abril y mayo pudieran paliar la situación y el mes de abril ha sido el más seco de la serie histórica. Hay que prepararse para un empeoramiento.

Hemos oído críticas a la CHE por improvisación tras cerrarse los canales. ¿Ha sido así?

Desde noviembre de 2022 en todos los órganos colegiados de la CHE (en los que participan todos los usuarios) se ha venido avisando de que la campaña 2021-2022 había sido crítica y que si los embalses no se recuperaban esta sería difícil. Cada vez que hemos tenido ocasión hemos pedido prudencia al planificar los cultivos. Las estimaciones de la CHE y de los regantes contemplaban un escenario de mínimos que se ha superado. Las cosas siempre pueden hacerse mejor pero la tendencia se veía desde noviembre. El cierre de los canales lo decidieron los regantes con conocimiento de la CHE y se hizo para preservar el abastecimiento y un riego puntual.

¿Podrán salvarse los frutales?

Ahora se trabaja en buscar una fórmula de gestión para garantizar los abastecimientos usando el menor volumen de agua posible. Pero puedo garantizar que el Urgell y el Segarra-Garrigues, la comunidad autónoma y la CHE trabajamos para que el árbol pueda recibir un riego y pueda aguantar, porque sabemos las consecuencias que puede tener para el propietario de la tierra y para la economía que genera el árbol.

También se ha criticado que en invierno se haya podido soltar demasiada agua a través de las hidroeléctricas. ¿Es así?

Las concesiones hidroeléctricas a pie de una presa están pensadas para turbinar el agua para el regadío. Solo cuando hay muchísima disponibilidad pueden turbinar más, y no ha sido el caso. En los embalses del Urgell o de Santa Ana han turbinado los caudales destinados a uso ecológico o al regadío. Significa que se habrían desembalsado de igual forma. Ahí sí que hay un control exhaustivo de la CHE.

¿Hay alguna obra de emergencia que pueda paliar esta situación? ¿Por ejemplo, la armonización del Noguera Pallaresa o los pozos?

Una obra que pueda estar lista en cuatro años no es una obra de emergencia. La armonización es una opción a explotar y a estudiar. Además, tiene efectos jurídicos sobre concesionarios en el río que habrá que valorar. Desde luego, va a haber un antes y un después de la sequía para la cuenca del Segre y vamos a tener que gestionarlo de otra forma. En cuanto a los pozos, la comunidad de regantes del Canal d’Urgell tiene los derechos concesionales de aguas superficiales y subterráneas. Pero lo cierto es que toman de un acuífero que se recarga muchas veces de aguas superficiales, que puede contribuir a algunos regadíos. Es un elemento que complementa las aguas superficiales y ahí está una cantidad de pozos muy relevante que pueden ayudar. Pero por lo que sabemos, el acuífero tiene poca agua y no parece la gran salvación.

Hemos oído críticas de la Generalitat a la gestión de la sequía por parte de la Confederación. ¿La CHE tiene competencias para limitar usos como el abastecimiento?

En Catalunya hay dos realidades hidrológicas distintas (cuencas internas y del Ebro) y en Lleida, varias administraciones sobre un terreno: el Estado en la gestión del agua en alta, la autonomía en planificación agraria o mejora de abastecimientos, y actúan también las entidades locales. La gestión de la sequía en ambas cuencas no es comparable. En las internas, la ACA tiene un problema fundamental de garantía del abastecimiento y en el Ebro suele estar garantizado. Dicho esto, la ACA y la CHE venimos hablando en el sentido de incentivar que todos los ayuntamientos tengan una contención en el gasto de agua. Debe ser el ayuntamiento el que restrinja o, en su caso, el que tutela a la entidad local en las competencias sobre abastecimiento, que es la Generalitat.

¿Esta línea de contención sería una recomendación? ¿En qué ha intervenido hasta ahora la CHE? ¿Ha advertido a algún hidroeléctrico?

La CHE tiene competencias en gestión del agua en alta y los hidroeléctricos que turbinan de la salida de un embalse, si el volumen es menor, reducen el aprovechamiento. En el caso del riego, hay un volumen de agua a repartir y lo gestionan de la mejor forma. En los abastecimientos, también. Si un ayuntamiento hiciera mal uso del agua, habría que hacer un requerimiento. Pero hoy por hoy la CHE no le puede decir a un ayuntamiento hasta qué punto puede llenar una piscina.

¿Pueden rescatarse caudales ecológicos para el regadío?

El Plan Hidrológico contempla caudales ecológicos de sequía, que son menores. Pero en el Segre, que tiene espacios protegidos, solo sería posible para garantizar abastecimientos.

Los regantes del Urgell piden limitar los riegos aguas arriba de Oliana y Rialb, ¿lo harán? Es razonable pedirlo. Tendremos que adoptar decisiones para que esos concesionarios que toman agua del río se restrinjan para que haya cierta solidaridad y no haya detracciones excesivas al embalse de Rialb. Es una labor que debe hacer la CHE.

Ha dicho que habrá un antes y un después de la sequía en el Segre. ¿Se refiere a la modernización del Canal d’Urgell?

No únicamente. La concienciación cambiará y probablemente la gestión también en una forma más intensiva de control. También cambiará la Confederación: durante mucho tiempo ha estado solo en el mantenimiento del sistema en alta y tendrá que hacer una aproximación para ayudar a la transformación de estos grandes sistemas de todo el Ebro que actualmente consumen mucha agua.

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