El Solsonès | Más suelo industrial y vivienda

Judit Gisbert (ERC) se convirtió en la mitad del mandato, en septiembre de 2021, en la primera alcaldesa de Solsona tras la renuncia de David Rodríguez, que fue el nuevo secretario de Administraciones Locales y de Relaciones con Aran del Govern. Gisbert ha sido la encargada de continuar con el compromiso de los republicanos y de afrontar la gestión de la pandemia de la Covid. “El cambio de alcaldía y la pandemia han hecho tambalear casi todos los programas previstos en 2019”, aseguró.

“Pese a ello, no nos hemos olvidado de las personas y la ciudadanía ha sido nuestra prioridad”. Durante este periodo se ha construido un nuevo tanatorio municipal en las instalaciones del antiguo Club Sant Jordi, unas obras que contaron con un presupuesto de 1,7 millones de euros. Uno de los proyectos más destacados del mandato es la implantación del servicio de recogida de basura a domicilio, un cambio de sistema con el que se quiere llegar a reciclar hasta un 65% de los residuos (antes de aplicar el puerta a puerta no se llegaba al 40%) y reducir las toneladas que acaban en el vertedero.

Los alcaldables afrontan un nuevo mandato con el objetivo de desencallar la apertura de la zona Verde del Camp de la Serra o la construcción en el centro histórico de la isla cultural, que debe acoger la Casa dels Gegants del Carnaval y un albergue juvenil. Son dos proyectos turísticos por los que el ayuntamiento de Solsona ha perdido en este mandato subvenciones ya otorgadas por valor de 1,1 millones de euros: 800.000 euros del FEDER y 300.000 euros de la Diputación. El líder de Treballem per Solsona, Marc Barbens, valoró que el consistorio no ha sido lo suficientemente hábil para ejecutar este proyecto ambicioso para Solsona y “denota una mala gestión”.

“Un fracaso mayúsculo” para el portavoz del PSC, Mohamed El Mamoun, que “supone una mala gestión de las arcas municipales”, dijo. Municipalizar servicios como el de la guardería es una de las demandas de los grupos de la oposición, al igual que impulsar más suelo industrial para que las empresas puedan crecer y nuevas firmas ayuden a crear empleo. También destaca la necesidad de facilitar el acceso a la vivienda.

Solsona tiene un problema habitacional “importante” y pese a ello, más de 500 pisos están vacíos. “Hace falta políticas para movilizar el parque de pisos de la capital”, dijo Pilar Viladrich, de la CUP. Exigen más políticas sociales para ampliar el número de viviendas y suelo para construirlas.

Otras cuestiones para el nuevo gobierno local serán lograr la mejora de las comunicaciones con Berga y Tàrrega y acciones que permitan la transición energética, además de mejorar la movilidad en el centro de la capital y hacer una ciudad más segura.