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Energía limpia y compartida

Vallfogona de Balaguer es uno de los municipios donde se han creado comunidades energéticas

Las placas solares que ya ha instalado el ayuntamiento de Castelló de Farfanya en equipamientos públicos.

Las placas solares que ya ha instalado el ayuntamiento de Castelló de Farfanya en equipamientos públicos.A. Castelló de Farfanya

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Vallfogona de Balaguer impulsa una comunidad energética, una herramienta que adoptan cada vez más municipios de Lleida para combatir el cambio climático y reducir la factura eléctrica con energías renovables.

La lucha contra el cambio climático, la descarbonización y la innovación tecnológica con la aparición de los nuevos usos de la electricidad como el autoconsumo, está generando un nuevo paradigma energético. En él se incluyen las comunidades energéticas locales, que buscan proporcionar beneficios ambientales, económicos y sociales a sus socios, con instalaciones solares compartidas entre varios edificios. Muchas de ellas están promovidas por ayuntamientos y abastecen a edificios públicos, mientras que particulares empiezan a constituir las primeras comunidades para desplegar paneles solares y buscar alternativas para rebajar los recibos de la luz.

Factores diversos explican el avance del autoconsumo solar a un ritmo cada vez más acelerado. En primer lugar, las subidas en las tarifas de luz, que han llegado a alcanzar máximos históricos en el último años. En segundo lugar, bonificaciones fiscales que cada vez más ayuntamientos establecen en el impuesto de obras y en el IBI de quien instale paneles solares.

El consistorio de Vallfogona de Balaguer es promotor de una de estas iniciativas, cuyo objetivo es que los vecinos lideren la comunidad. Se suma a otros municipios de las comarcas de Lleida que ya han creado otras comunidades, como por ejemplo Bellpuig, Ivars d’Urgell, Arbeca o Castelló de Farfanya. En el caso de esta última localidad, ha puesto en marcha una instalación fotovoltaica municipal y el ayuntamiento invita a los vecinos a formar parte de la comunidad. Los vecinos pueden alquilar las placas solares que ya se han instalado en equipamientos municipales y beneficiarse de la energía que estas generen.

En el caso de Vallfogona de Balaguer, la comunidad energética ya cuenta con unos cuarenta socios de la localidad y los pueblos de La Ràpita y l’Hostal Nou i la Cudosa. Incluye a pequeñas empresas, ya que podrá suministrar a edificios de un radio de hasta dos kilómetros de los paneles solares.

El alcalde, Xavier Castellana, explicó que ya se ha constituido la asociación y la comunidad y “probablemente se llegará a crear una cooperativa”, a través de la cual se podría comercializar la energía. Añadió que hay que tener en cuenta que, al ser un elemento nuevo, el marco normativo puede evolucionar y sufrir modificaciones. En Vallfogona de Balaguer aún no se han instalado las placas solares, aunque impulsan un cambio de modelo energético para conseguir un modelo 100% renovable.

AUTOCUNSUMO

Compartir la energía a una distanciade 2 kilómetros

El estudio Comunidades energéticas de la Fundación Deusto afirma que estas implican “nuevas formas de organización”. Los autores, Jaime Menéndez y Jorge Fernández, las definen como “un agente de cambio hacia una economía sin emisiones y la transformación de los sistemas energéticos tradicionales en otros nuevos, caracterizados por las energías renovables, una descentralización de los recursos y mercados energéticos y un papel protagonista y activo de los consumidores”.

Los paneles solares y otras instalaciones que generan electricidad para uso compartido pueden suministrar a edificios en un radio de hasta dos kilómetros. Hace poco más de un año, el límite de distancia era mucho menor, lo que obligó a ayuntamientos leridanos a repartir paneles solares entre diferentes edificios para suministrar a su entorno inmediato.

Es lo que hizo el consistorio de Els Alamús, pionero en autoconsumo compartido en Lleida. La producción eléctrica no es el único modo de compartir energía. También proliferan proyectos para calentar edificios públicos con calderas de biomasa compartidas. Muchos proyectos han optado a ayudas de los fondos Next Generation.

EN PRIMERA PERSONA

Montse Sabaté «Ha de suponer un beneficio para todos los socios»

“Participar de la comunidad debe significar un ahorro a final de mes y un beneficio al que deben poder acceder todos los vecinos del municipio”.

Josep Maria Font «El coste cero para el consumo es el objetivo final»

“La comunidad energética es un avance, y el objetivo es conseguir un coste cero de consumo. De momento ya somos unos 40 socios de los 3 pueblos del municipio”.

Mercè Llenos «Es el camino correcto que hay que seguir»

“Es muy positivo hacer esta transición y apostar por las renovables, especialmente en el contexto del cambio climático. Es el camino correcto que hemos de seguir”.

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