A vista de pueblo
El reto de vivir en el secano
Alfés, entre el tomillar y Mas de Melons, intenta sobrellevar carga que suponen las zepas
Miles de hectáreas de secano están protegidas en Lleida por ser zonas de interés por sus aves. Los pueblos afectados tienen el reto de superar esta limitación e incentivar su desarrollo. Un claro ejemplo es Alfés.
A este hecho hay que sumar la presencia de una ave de la que todos los habitantes de Alfés han oído hablar pero que muy pocos, por no decir ninguno, ha visto en el tomillar: la alondra dupont. “Los expertos dicen que se oye pero no se deja ver, por lo que estamos ante un acto de fe”, afirman. En septiembre de 2019 la Generalitat confirmó que esta especie había vuelto al tomillar, una ave que determinó años antes que el proyecto del aeropuerto de Lleida se fuera a Alguaire (ver desglose). Cuatro años después el Estado la ha declarado en peligro de extinción junto al urogallo y el sisón para extremar más aún su protección al considerar que se encuentra en claro declive.
Los vecinos consideran que poco han hecho ecologistas y Administración para conservar el único aliciente turístico que se supone que tienen. Conservar la alondra también fue un factor decisivo para que la Justicia ordenara cerrar el histórico aeródromo de Alfés en 2015, que trasladó su sede a Alguaire. En estos últimos años las instalaciones del aeródromo, que el consistorio siempre ha reclamado para el pueblo, se han ido degradando hasta tal punto que durante este mandato la Generalitat, propietaria del complejo, planteó derribarlo en parte para impulsar el tomillar. Esta situación también repercute directamente, en el desarrollo y promoción de las antiguas instalaciones de la Guerra Civil que se conservan como atractivo turístico y cultural.
BALANCE MUNICIPAL
En estos últimos cuatro años el ayuntamiento ha trabajado para que los habitantes de Alfés tuvieran equipamientos y servicios que hicieran cómoda la vida en un pueblo que tiene a menos de un cuarto de hora la ciudad. Esta proximidad y, por tanto, la cercanía de la estación del AVE y de la AP-2, hace que no puedan sacarse la espina de que hubieran podido acoger el aeropuerto de Lleida perfectamente comunicado, sobre todo, cuando ya se contaba con experiencia en aviación.
Poco importa a los habitantes que se esgrima que las aves cada vez atraen más a un turismo especializado. “Nosotros solo vemos a pequeños grupos de vez en cuando, pero esto no nos da de comer”, opinan. Estar supeditados al futuro de un pequeño pajarillo no gusta a la mayoría “sobre todo cuando ahora está, y ahora no. Tampoco hemos recibido ninguna compensación por echar al traste todas nuestras expectativas”.
La agricultura es el único sector del que pende su desarrollo “pero vivir del secano es muy duro y sequías como la que estamos viviendo son un claro ejemplo porque las cosechas de cereal están perdidas. Los únicos que podrán salvar algo son lo que tienen terrenos en regadío”, afirman.
LA OPINIÓN
Dídac Sentís (Agricultor) «Conservar el territorio, solo lo hace el payés»
“Los únicos que conservamos el territorio somos los agricultores. Yo nunca he visto alondras en el tomillar, pero si las hay, siempre han convivido con la agricultura”.
Francisco Ros (Agricultor) «Perderemos todos los cultivos de secano»
“Todos los payeses que tenos cultivos en secano perderemos las cosechas porque la sequía es muy grave. Solo se salvarán las que riegan de las elevaciones del segre”
Maria Drudis (jubilada) «La vida en el pueblo sigue igual que antes»
“Yo ya soy muy mayor, llevo 67 años viviendo en Alfés y sí que ha habido avances desde cuando yo era lechera, pero la vida sigue estando como antes, en el campo”.