Pinyana solo dejará regar 4 días a la semana y el Algerri-Balaguer reduce la dotación un 25%

Los sistemas de regadío de Lleida continúan aplicando medidas cada vez más restrictivas por la sequía. Pinyana solo permitirá regar 4 días a la semana. Así lo ratificó ayer el sindicato de riegos, que ha decidio cerrar el grifo 3 días a la semana, uno más desde que comenzó la campaña, para ahorrar reservas en la cuenca del Ribagorçana, en estado de alerta. El sindicato determinará puntualmente qué días se dará agua. El riego del Algerri-Balaguer también aprobó en asamblea reducir su dotación otro 25% más desde que inició la campaña por lo que pasará a ser de 4.900 metros cúbicos por hectárea y año. La Confederación Hidrográfica del Ebro ya impuso restricciones al canal a finales de marzo, en el inicio de la temporada por lo que pasó de los 6.000 metros cúbicos por hectárea y año a 5.200.

Según su presidente, Carles Gra, hay agua para la actual consecha de cereal pero se tendrá que limitar mucho la de maíz. La Junta de Cequiatge de l’Horta de Lleida también recomienda que no se hagan cultivos de verano ni segundas cosechas para llegar a septiembre. Por su parte, la junta de gobierno del Canal d’Urgell acordó que solo se puede garantizar un turno de riego para la supervivencia de los árboles durante el mes de junio.

Las expectativas de un segundo turno de riego quedan pendientes de las aportaciones del río Segre y la climatología de las próximas semanas, según la Casa Canal. Este acuerdo choca con las previsiones de la CHE que el miércoles aseguró en la reunión con UP que el Segre cuenta con 18 hm3 para poder programar dos turnos (ver SEGRE de ayer), mientras que Afrucat considera que son precisos 3 y hasta 4 turnos para salvar los frutales. De hecho, los árboles del Canal d’Urgell empiezan a sufrir los efectos de la sequía.

Es el caso de una finca de 10 ha de Castelldans, donde las nectarinas han empezado a caer del árbol y dan toda la producción por perdida. El director general de Afrucat, Manel Simon, aseguró ayer que es “el inicio de una muerte anunciada”. Señaló que si se redujera un 20% la dotación de agua a los municipios y al caudal ecológico se podría conseguir otro riego de supervivencia.

Sin embargo, entidades ecologistas exigen que no se toquen dichos caudales para la supervivencia del hábitat de los ríos.En otro orden de cosas, la CHE celebró la primera Comisión Permanente de la Sequía. Su presidenta, Dolores Pascual, anunció que se condonarán tarifas y cánones a los sistemas que hayan perdido cosechas como es el caso del Canal d’Urgell y el Segarra-Garrigues. La CHE y la Agència Catalana de l’Aigua se coordinarán para controlar vertidos en el Segre. Por otra parte, un estudio de la ACA destaca el bajo rendimiento de las redes de sumnistro de aguas de boca en el Alt Urgell y del Jussà, por fugas o un mal control.