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Elecciones

Consells: la otra pugna electoral

ERC y Junts se disputan también 11 comarcas, en las que en 2019 hubo solo 4 mayorías absolutas

EL MAPA DEL REPARTO COMARCAL

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Consells comarcals. Lleida elige también el domingo a 1.406 consellers comarcals de 11 corporaciones y Aran. En 2019, hubo 5 mayorías absolutas, 3 pactos de Junts y ERC y en otros 4 ha gobernado Esquerra con distintas fórmulas

En mayo de 2019, los ajustados resultados que obtuvieron en las elecciones municipales ERC y Junts per Catalunya (a nivel de provincia, ERC ganó en votos, pero JxCat li hizo en escaños) conllevaron el fin de las mayorías absolutas en buena parte de los consells comarcals. Hasta aquel año, CiU y luego el PDeCAT habían sido la fuerza hegemónica en ayuntamientos y consells, que gobernaban todas las corporaciones comarcales.

En 2019 se exceptuaron el Solsonès, con mayoría de ERC, y el Jussà, donde gobernaban los nacionalistas en coalición con los republicanos. Pero hace cuatro años el esquema se rompió a favor de ERC, que se impuso en cinco consells. Solo hubo cuatro mayorías absolutas en las 11 corporaciones: el Pla d’Urgell, Les Garrigues y l’Alta Ribagorça para JxCat y la Noguera para ERC.

También en el Conselh d’Aran, con UA. En los otros siete, hubo tres mayorías relativas para JxCat (Alt Urgell, Urgell y Segrià) y cuatro para Esquerra (Pallars Jussà y Pallars Sobirà, Segarra y Solsonès), donde se requirieron pactos. Esta situación dio alas desde el principio a situaciones de instabilidad. La primera, en el consell comarcal del Sobirà, donde pocas semanas después de haberse constitiudo el pleno, que eligió a Gerard Sabarich (JxCat) como presidente, una moción de censura impulsada por Fem Municipi-ERC con el apoyo de los díscolos Llorenç Sànchez y Carles Isús desbancó a los juntistas. En el llano, el cordón sanitario de Junts y ERC contra los partidos del 155 provocó el pacto de la Diputación y otros como el del Jussà o el Alt Urgell, pero no logró imponerse en el Urgell ni en la Segarra donde ERC ha gobernado con la CUP y el PSC gobien con la CUP, respectivamente.

Los miembros de los consells comarcals (todos tienen 19 escaños salvo el Segrià, que tiene 33) se escogen a través de un sistema mixto que tiene en cuenta los votos logrados por cada partido o coalición y el número de concejales en una proporción de dos tercios a uno y a partir de una representación mínima del 3% de los votos. Esto implica que las candidaturas locales independientes no tienen posibilidades de sumar, lo que justifica a la vez que los grandes partidos hayan avalado a la práctica totalidad de candidaturas a través de las marcas blancas.

De la Segarra al Solsonès

Las elecciones de este año tienen una connotación especial para la Segarra y el Solsonès. Los vecinos de Torà y Biosca (1.406 habitantes, gobernados, respectivamente, por ERC y Junts) votarán el domingo como vecinos de la Segarra pero en pocas semanas los ayuntamientos elegidos deberán ratificar el cambio de comarca ya aprobado en un pleno, de modo que quedarán representados previsiblemente en unos meses en el consell comarcal del Solsonès.

Servicios sociales al alza y presupuestos de entre 3 y 17 millones de euros Los consells de las comarcas de menos de 50.000 habitantes (en Lleida, todos menos el Segrià) tienen 19 consellers y gestionan unos presupuestos que van de los 3,35 millones de euros en el caso de la Alta Ribagorça, con tres municipios y menos de 4.000 habitantes, hasta los 17,5 millones de euros en el caso del Segrià. En los últimos años, estas corporaciones han ido ganando funciones y servicios, sobre todo sociales, hasta el punto de que la mayoría han llevado adelante proyectos para ampliar las sedes comarcales. En el caso del Segrià, a la de los juzgados se ha sumado recientemente la de Cappont, en la avenida Jaume II, que ha supuesto una inversión de más de 700.000 euros y acoge los servicios sociales y de juventud, que gestionan un número creciente de servicios. Otros consells han ido en la misma dirección, a veces, sin éxito. Es el caso del Urgell, donde el consell renunció a la construcción de un nuevo edificio para ampliar el espacio. El incremento de costes de los materiales a consecuencia de la guerra en Ucrania disparó el presupuesto de unos 520.000 euros a casi 750.000 euros. El gobierno comarcal optó por alquilar un edificio. También la Noguera ha estado preparando su ampliación y tenía previsto utilizar una planta de convent de Sant Francesc.

 
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