ELECCIONES
ERC gana en votos pero empata con Junts en ediles
La coalición Junts-Impulsem ha cumplido el objetivo de reagrupar el voto posconvergente y ayer aguantó el envite pese a la fractura de la formación en los últimos años. En 2019, los republicanos se impusieron a JxCat en número de votos (unos 600 más) y también en escaños en la Diputación, pero JxCat ganó en número de concejales y alcaldías. Ayer, el escrutinio fue mucho más ajustado. Con el 100% del recuento, ERC y Junts-Impulsem lograron ambos 668 concejales, a pesar de que los republicanos consiguieron 577 votos más. Sobre el terreno, estos resultados tienen varias traducciones. Por una parte, se han perdido las mayorías absolutas de capital de comarca que lograron en 2019 JxCat (Mollerussa y Les Borges Blanques) y ERC (Balaguer y Solsona). Se mantienen en cambio Vielha (UA) y se le suma Tremp (PSC). Por otra parte, el ajustado resultado mantenía al cierre de esta edición en interrogante la formación de la Diputación para los próximos años. Según datos aportados por las formaciones, Junts aspira a recuperar la presidencia de la corporación, tras cuatro años en manos de ERC, que en 2019 logró 11 de los 25 diputados y pactó un gobierno de coalición con JxCat. Las mismas fuentes señalan que junto a la ventaja para Junts (que lograría 10 escaños), mientras que ERC se quedaría con 8 y el PSC pasaría de tres (uno de ellos, de UA) a cuatro. Un posible pacto entre ERC y PSC podría desbancar a Junts si lograra un votomás, ya que la mayoría se sitúa en 13. El PP entraría de nuevo en el pleno con uno dos. Comuns y Ciudadanos perderían la representación. En cambio, el PDeCAT lograría un diputado con la marca electoral, Ara Pacte Local. En el conjunto de las comarcas de Lleida, APL logró 49 concejales, entre ellos los 8 de Aitona con la lista encabezada por la también diputada Rosa Pujol. En cualquier caso, los resultados empujan de nuevo a la necesidad de pactos, bien de mandato o puntuales para sacar adelante proyectos del nuevo gobierno provincial. Entre ellos cabría la posibilidad de renovar el acuerdo ERC-JxCat que ha gobernado estos años bajo la presidencia del republicano Joan Talarn, que deja de ser alcalde de Bellvís al concurrir como número dos de la lista de Esquerra. Tradicionalmente, la Diputación ha estado gobernada por partidos de corte soberanista. Entre 1987 y 2007 lo hizo CiU con mayoría absoluta. Aquel año entró un bipartito de ERC y el PSC y luego se recuperó la mayoría convergente durante dos mandatos, hasta que en 2019 los resultados llevaron al pacto entre ERC y Junts. A nivel provincial, el buen resultado del PSC se traduce en 170 concejales, frente a los 129 de hace cuatro años, y la mayoría de votos y ediles en plazas de la importancia de Lleida, La Seu d’Urgell, Balaguer, Tremp o Alcarràs. En cuanto a la participación, cayó nueve puntos en relación a los pasados comicios locales y se situó por primera vez por debajo del 60% en unas elecciones municipales.