UA y CDA repiten resultados en Aran y Vergés será de nuevo Síndica

Unitat d’Aran y Convergéncia Aranesa repitieron ayer resultados en el Conselh Generau y se consolidaron como las dos únicas formaciones con representación. Revalidaron los mismos escaños por terçons y Maria Vergés igualó la mayoría absoluta que Paco Boya consiguió para Unitat d’Aran en 2019. Será de nuevo Síndica, con nueve de los 13 conselhèrs, y tendrá en el pleno a otros 4 representantes de Convergéncia Aranesa.

Vergés ocupa la Sindicatura de Aran desde 2020, cuando sustituyó a Boya, que fue nombrado secretario general para el Reto Demográfico. Anteriormente, el gobierno aranés había estado en manos de Convergéncia, con el histórico Síndic Carlos Barrera, fallecido el año pasado, al frente del ejecutivo local durante 20 años de forma interrumpida. Ni Aran Amassa-AM ni el Partit Renovador d’Arties e Garós lograron representaicón en Aran.

El PRAG había tenido un conselhèr entre 1999 y 2015 y ayer obtuvo 91 votos, frente a los 97 de 2019, ambos insuficientes para lograr representación. En cuanto a Aran Amassa, ayer obtuvo su primera alcaldía, que también es la primera para ERC en la Val d’Aran, de la mano de la cantautora Alidé Sans, la candidata más votada en Bausen. En todo el valle Aran Amassa-AM registró 498 votos, frente a los 2.279 de Unitat d’Aran y los 1.626 de Convergéncia.Vergés tendrá de nuevo entre manos una fácil gobernabilidad.

Su contrincante, Ròsa Maria Salgueiro, ha mantenido resultados pese al reto de relevar a Barrera y de quedar al margen de partido de ámbito catalán como ocurrió en el pasado con CiU, con la que concurrían a las elecciones en coalición. Unitat d’Aran sí mantiene su acuerdo electoral con el PSC y revalidará también el escaño de la diputación.Vergés tiene ante sí varios retos después de un mandato condicionado por la pandemia y las necesidades sociales que obligó a cubrir. Uno de ellos es la inauguración de la segunda residencia de la tercera edad, ubicada en Les, después de años de espera y de que la de Vielha registre listas de espera que obligan, según el partido en la oposición, a que la gente mayor deba irse del valle para lograr una plaza de residencia.

La reforma del Espitau de Vielha a los 40 años de su inauguración y un impulso a la autonomía aranesa se presentan como los mayores objetivos de la Síndica para los próximos cuatro años. En cuanto a la ley de Aran, la Síndica sostiene que solo se ha desplegado un 30% de la de 1991, aunque en 2015 se aprobó su actualización. “Ningún traspaso está bien dotado, señala”.

Mientras, la vivienda se ha perfilado en los últimos años como el peor problema de los vecinos del valle por el elevado precio de los alquileres, que se ha disparado con la creación de la figura de las viviendas de uso turístico. La nueva ley española de la vivienda, que contempla la figura de zonas tensionadas, puede influenciar en la regulación de este sector.