URBANISMO MOVILIDAD
Advierten de aceras estrechas, rampas y otras barreras arquitectónicas en Mollerussa
Primeras valoraciones del grupo de accesibilidad de ASPID en una visita a la ciudad
Aceras demasiado estrechas, pasos de peatones que dificultan el paso de sillas de ruedas en plena N-II o itinerarios hacia equipamientos como las piscinas municipales con barreras arquitectónicas son algunos de los elementos urbanísticos a mejorar para optimizar la accesibilidad en Mollerussa, según determinó el grupo de accesibilidad de ASPID. Varios miembros de esta entidad llevaron a cabo ayer un itinerario por la ciudad para hacer una valoración inicial, en una acción inscrita al Plan de Movilidad encargado por el ayuntamiento a la empresa MCrit y que cuenta con el asesoramiento de ASPID. Ha movilizado a un colectivo de siete personas de movilidad reducida del Pla d’Urgell y el Segrià, así como diferentes vecinos.
El recorrido, que duró unas 4 horas, contó con la colaboración de Laura Sarri, socia de ASPID, quien remarcó que, aunque la acessibilidad en la ciudad es “bastante adecuada”, hay varios puntos que se deben mejorar, entre ellos la inclinación de las rampas, en algunos casos excesiva. Asimismo, destacó la necesidad de llevar a cabo un plan de concienciación en el ámbito privado, ya que hay muchas empresas y negocios en el que el acceso para personas con movilidad reducida no es el adecuado. También participó Ramon Tardit, quien apuntó que Mollerussa tiene la ventaja de no tener un paisaje sinuoso, aunque aseguró que varias calles, principalmente en la zona norte, que deberían incluirse en el plan de movilidad sostenible.
El grupo también valoró otros aspectos como la instalación de plataformas únicas (espacios urbanos donde no hay diferencia de nivel entre las zonas de paso de peatones y las de vehículos), la conveniencia de hacer nuevos pasos de peatones adaptados a la normativa y de cambiar las baldosas que no sean antideslizantes.