METEOROLOGÍA TEMPORAL
Campos inundados y cortes de carreteras por la lluvia, con hasta 70 litros en Torrebesses
Trombas de agua que anegan calles y levantan el firme de los caminos de pueblos del Segrià || Desprendimientos de tierra y piedras en Torrente de Cinca, La Granja d'Escarp y El Pont de Suert
Un nuevo episodio de tormentas en el Baix Segre y el sur del Segrià dejó ayer hasta 70 litros por metro cuadrado en Torrebesses, inundó campos agrícolas, cortó carreteras y tiró fruta de los árboles. En el Baix Segre, la carretera que une La Granja d’Escarp con Mequinensa, la A-2414, quedó cortada al desprenderse una piedra de unos mil kilos. También la N-211, entre Mequinensa y Torrente de Cinca, quedó cortada a la circulación por el desprendimiento de rocas procedentes de un barranco que cubrieron la calzada.
Una vía que estuvo cortada más de una hora. El temporal también causó daños en las carreteras N-230 y la L-500 en El Pont de Suert, donde el agua inundó un tramo de estas dos vías y las cubrió de tierra. La lluvia descargó con fuerza en Torrebesses o Massalcoreig donde en tan solo 20 minutos cayeron más de 40 litros, en algunos momentos mezclados con granizo.
El agua inundó campos agrícolas y derrumbó muchos de los márgenes de las fincas de ambos municipios. La alcaldesa de Massalcoreig, Montse Jove, explicó que los sumideros de algunas de las calles quedaron taponados y se inundaron bajos de casas. La fuerza del agua también arrancó el asfalto de un camino rural y tiró fruta de los árboles, dijo.
En algunas viviendas se llegaron a acumular hasta 60 centímetros de agua. El alcalde de Torrebesses, Mario Urrea, destacó que la fuerza del agua levantó el firme de la ronda de circunvalación de la localidad e inundó el vivero que hay en el pueblo. Añadió que hacía muchos años que no se veía el agua por la Vall Major, que va desde Juncosa a Utxesa.
Hoy los sindicatos harán las valoraciones en los campos donde el agua tiró fruta. Se alcanzaron hasta 21,5 litros en Baldomar, en Massoteres cayeron 21,8 litros, 20 en El Pont de Suert, 19 en Seròs, 10,9 en La Granadella o los 8,3 litros en Lleida. El Castell del Remei acogió una asamblea para debatir los motivos que han llevado al colapso del Canal d’Urgell y Segarra-Garrigues.
En el acto, organizado por la Assemblea Pagesa, pidieron una gestión del agua común y al servicio del territorio que, además de los agricultores, involucre a los municipios y que esté adaptada a la tendencia climática. Instaron a un modelo agrícola basado en la soberanía alimentaria y que apueste por la producción de proximidad y sostenible, en lugar de optar por la exportación a otros países. Uno de los organizadores, Gerard Batalla, explicó la necesidad de “hacer autocrítica” del uso del agua en el territorio y apuntó que la gestión actual del agua ha quedado “obsoleta y es deficiente”.