La región sanitaria Alt Pirineu y Aran refuerza la atención a la salud mental infantil y juvenil con dos nuevos profesionales
Permitirán aumentar los horarios de atención en las consultas
La región sanitaria Alt Pirineu y Aran ha incorporado una psicóloga clínica y una terapeuta ocupacional que completarán el despliegue en el territorio del Programa de atención en la crisis infantil y juvenil en salud mental y que, además, reforzarán la atención en los Centros de Salud Mental Infantil y Juvenil (CSMIJ) de las comarcas del Pallars Jussà, el Pallars Sobirà y la Alta Ribagorça, que gestiona Sant Joan de Déu Terres de LLeida. Según el Govern, la incorporación de estos dos nuevos roles profesionales hará efectiva la tercera y última fase del Programa, que cubrirá las citadas comarcas con un equipo que contará también con un educador social que ya ejercía hasta ahora sus funciones en el CSMIJ. La población de referencia incluye unos 3.500 niños y adolescentes de menos de 18 años.
En el resto de la región sanitaria, el Programa se puso en marcha en octubre de 2022 empezando por el Alt Urgell, también de la mano de Sant Joan de Déu Terres de Lleida, y continuó en diciembre en la Cerdanya, aquí liderado por el Hospital de Cerdanya. Desde entonces en el marco del Programa se han atendido 19 pacientes, 14 de los cuales están ahora mismo en activo, y se han llevado a cabo 219 intervenciones, entre domicilios, la comunidad y los CSMIJ.
Este servicio supone una alternativa asistencial domiciliaria y de ámbito comunitaria la salud mental que forma parte de la nueva cartera de servicios del CSMIJ para niños y jóvenes de entre 6 y 17 años con sospecha o confirmación diagnóstica de trastorno mental y situaciones de crisis de riesgo psicosocial, condiciones de vulnerabilidad sociofamiliar o complejidad asociada a la salud mental, que los impide hacer un uso de recursos normalizados.
La coordinadora de Sant Joan de Déu Terres de Lleida en el Alt Pirineu y Aran, Vanessa Faurat, asegura que “uno de los elementos claves de este programa radica en el hecho que los tratamientos intensivos se administran en el entorno natural del paciente y de esta manera resultan más efectivos para intentar evitar hospitalizaciones, tanto totales como parciales”.
