PLANIFICACIÓN REGADÍO
El Govern calcula que en 2032 estará solo el 54% del Segarra-Garrigues
El Plan Financiero de 2019 consignó 352 millones para acabarlo en esa fecha
La Generalitat calcula que en 2032, año en que finaliza el plan económico y financiero del Segarra-Garrigues, habrá finalizado la construcción únicamente de un 54% de la red de riego, en concreto, estará lista la red en unas 37.000 hectáreas. Así figura en el informe de fiscaliación que ha elaborado en los últimos años la Sindicatura de Comptes y que ayer se presentó en el Parlament. También lo corroboró la conselleria de Acción Climática, que desconoce cuál será la fecha de finalización definitiva del canal.
El plan económico y financiero de infraestructuras de riego aprobado por la Generalitat en 2019 contemplaba destinar 352 millones al Segarra-Garrigues hasta 2032 para “garantizar la continuidad del canal hasta su finalización y el cumplimiento de las medidas ambientales”, según anunció entonces el ejecutivo catalán. Tal y como avanzó SEGRE en abril, el informe concluye que el proyecto del Segarra-Garrigues acumula desvíos prespuestarios, temporales y de usuarios. En cuanto a los financieros, los cifra en cerca de 300 millones de euros, un 16%, si bien si se computa el coste por hectárea al finalizar las obras y con menos hectáreas en riego de las previstas podía alcanzar el 71%.
Los grupos parlamentarios, pese a todo, cerraron filas alrededor del proyecto de regadío, entre otros, el diputado del PSC por Lleida Òscar Ordeig, Salvador Vergés, de Junts, y José Rodríguez, de ERC. Por otra parte, el alcalde de Lleida, Fèlix Larrosa, ha convocado la mesa de la sequía de la Mancomunitat de Pinyana, que se constituirá el 4 de julio. Responde a una moción del PSC en la Paeria.
Los pantanos del Segre alcanzan los 112 hectómetros de reservas Los pantanos que regulan el agua del río Segre, Oliana y Rialb, superaron ayer los 112 hectómetros cúbicos de agua de reservas, lo que da mayores garantías al riego de supervivencia del arbolado en el canal d’Urgell y en el Segarra-Garrigues. En este último caso, los regantes han reclamado más agua porque con la dotación actual no tienen asegurada la continuidad de los cultivos. Las lluvias, que comenzaron el 22 de mayo, han contribuido a incrementar la aportación del río.