Tromba de agua en media Lleida con cortes de luz y vías y pedrisco en el Pirineo

Una tromba de agua y pedrisco azotó ayer varias comarcas del Pirineo, principalmente los dos Pallars, el Alt Urgell y la Alta Ribagorça. Se llegaron a registrar hasta 115 litros por metro cuadrado en pueblos como Caregue, en el municipio de Rialp. Por la tarde se inundó la N-230 en El Pont de Suert, donde una cascada de agua y barro cerca de uno de los túneles de Escales obligó a actuar al personal de Carreteras para limpiar la calzada, lo que causó retenciones de tráfico.

Además, quedó cortada la L-511 en Coll de Nargó en ambos sentidos por la afectación del granizo. La alcaldesa de El Pont de Suert, Iolanda Ferran, manifestó su malestar por el estado de la N-230 en Escales dados los continuos desprendimientos que se vienen registrando con los episodios de lluvia. Aseguró que así se lo ha manifestado al subdelegado del Gobierno en Lleida, José Crespín, para que se lleven a cabo mejoras en este tramo lo antes posible.

En El Pont de Suert se superaron los 86 litros por metro cuadrado, en La Pobla de Segur casi 32 de los que 22,2 cayeron en 30 minutos. En Tremp también se superaron los límites de intensidad por la fuerte lluvia con 21,3 litros por metro cuadrados en menos de media hora. El temporal también se dejó notar en el llano, en municipios como Alguaire donde se registatron 32,3 litros por metro cuadrado.Los bomberos recibieron 45 avisos el Lleida desde la 20.30 a las 23.00 horas, una decena en Mollerussa, donde hubo apagones parciales de luz; la mayoría por inundaciones de inmuebles y árboles caídos.

En el Pla hubo incidentes y desperfectos en varias poblaciones. En La Pobla de Segur se inundaron calles, sumideros, bajos de casas, afectó a un muro de la calle La Verneda y un coche quedó atrapado en la N-260 por el agua y la piedra. En Llavorsí una piedra de grandes dimensiones cayó en la C-13 y también se registraron desprendimientos de rocas en la N-145 entre La Seu d’Urgell y Andorra.

En La Torre de Capdella se inundaron sotanos, lo mismo que en Rialp, donde la brigadas se emplearon a fondo para achicar el agua de algunos bajos. El resto de Catalunya también se vio afectado, sobre todo en la Catalunya central. La incidencia más remarcable fue en Sant Vicenç de Casteller, en el Bages, donde un vecino indicó que la riada se llevaba un coche posiblemente ocupado, algo que finalmente estaba vacío.

La piedra alcanzó tamaños de entre un garbanzo y un huevo, lo que provocó daños en los cultivos como por ejemplo los forrajes en municipios de Jussà. El granizo cubrió las calles de La Pobla de Segur, Oliana y Coll de Nargó donde llegó a alcanzar varios centímetros de espesor.La tormenta también provocó un importante aumento del caudal de los ríos. El Valira, afluente del Segre, llevaba por la noche 37,30 metros cúbicos por segundo y el Segre en La Seu 11, lo que aumentará las reservas de los embalses.

Equipamientos y calles anegados en Balaguer

En la capital de la Noguera, las intensas lluvias anegaron calles y equipamientos públicos como el pabellón de la antigua Inpacsa y la piscina cubierta. La brigada municipal tuvo que intervenir también para retirar adoquines arrastrados por la lluvia. La alcaldesa, Lorena González, afirmó que el pabellón volverá a abrir hoy con normalidad. Otros municipios con calles que parecían ríos son La Pobla de Segur o la carretera N-230, donde una cascada de agua obligó a los vehículos a pararse.