ESNOTICIA
La CHE da a Urgell y Segarra-Garrigues 58 hm tras la lluvia para salvar cultivos
Principalmente frutales, y supone cuatro veces más que su dotación en plena sequía
El río Segre a su paso por La Seu d’Urgell, donde ayer llevó un caudal de entre 17 y 23 metros cúbicos/sg.
La Confederación Hidrográfica del Ebro accedió ayer a las peticiones del Urgell y el Segarra-Garrigues y asignó, a través de la junta de desembalse, 50 hectómetros al primero y ocho al segundo para salvar los cultivos, más allá de la supervivencia del arbolado, tras las últimas lluvias. Oliana y Rialb almacenan 121 hectómetros cúbicos de agua.
La junta de desembalse de la cuenca del Segre acordó ayer asignar al Canal d’Ur-gell 50 hectómetros cúbicos de agua de los pantanos de Oliana y Rialb y otros 8 al Segarra-Garrigues para salvar los cultivos. Es la primera vez desde que se cerró el grifo el 25 de abril a causa de la sequía que se abre la puerta a que el agua asegure cosechas más allá de la dotación para la supervivencia de los árboles.
Tras las lluvias del último mes, que han incrementado las reservas hasta los 121 hectómetros cúbicos de ayer en los embalses del Segre, la Confederación Hidrográfica del Ebro accedió a la petición de los regantes y se acordó distribuir, además, 15 hectómetros a abastecimientos del Urgell y 1 a los del Segarra-Garrigues. Hay otros 15 hm por debajo de la cota de bombeo de Rialb y 23 inservibles en Oliana. En total, 112 hectómetros, y nueve más, además de los que entran cada día procedentes de la lluvia en cabecera, servirán para la próxima campaña en octubre.
Los 50 hectómetros asignados al Urgell equivalen a cuatro turnos de regadío (de 12,5 hectómetros cada uno) si los regantes deciden centrarse en salvar la fruta. La Casa Canal ha convocado una asamblea el lunes para abordar esta cuestión. La alternativa es ampliar el riego al cereal, algo que no se descarta si las ayudas por las pérdidas son insuficientes (ver página 4).
La junta del canal se reunió ayer en Mollerussa para preparar la reunión del lunes, pero hoy reciben al conseller de Acción Climática, David Mascort, para explicar las ayudas que podrán percibir los damnificados por la sequía. En el Segarra-Garrigues, el presidente de los regantes, Josep Maria Jové, señaló que los 8 hectómetros se usarán para salvar los árboles y el cultivo que queda. “Algunos almendros han perdido el el 25%” de la producción, dijo.
Descartan dar agua al cereal.
Asamblea de regantes en Mollerussa para decidir el destino del agua
La junta de gobierno del Canal d’Urgell ha convocado a los regantes a una asamblea el lunes para debatir si destinan el agua a salvar la producción de los frutales o amplían el riego al cereal, o bien optan por terceras opciones como ahorrar reservas para la próxima campaña. La declaración de la emergencia en el río Segre por la gravedad de la sequía implicó el veto a segundas cosechas de cereal, pero la mejora de la situación ha llevado a que algunos agricultores pidan agua para los herbáceos.
Desde el cierre del canal, el 25 de abril, solo se ha dado un turno de riego (estimado en 12,5 hectómetros cúbicos de agua) para asegurar la supervivencia de los árboles, principalmente frutales. El cereal quedó descartado porque la falta de agua esta campaña no implica su pérdida el año que viene si cuenta con agua. El canal principal del Urgell riega 50.000 hectáreas (el auxiliar, con 20.000 más, no ha sufrido recortes), de las que unas 40.000 son de cereal.
El destino de los 50 hectómetros cúbicos de agua asignados ayer dependerá de la valoración que hagan los agricultores sobre las ayudas anunciadas ayer a los cultivos afectados por la sequía, tanto frutales como cereales (ver página 4), que de entrada se consideran insuficientes. Si los cerealistas deciden acogerse a las ayudas, la fruta tendrá disponibilidad de agua para salvar la cosecha. Si los regantes deciden ampliar el riego al cereal, las reservas serán insuficientes para toda el área regable.
Las lluvias de los últimos días han dejado una media de 45 litros por metro cuadrado en la zona regable, prácticamente un turno más de riego. Ante las nuevas dotaciones anunciadas, Antoni Borràs, de Unió de Pagesos, aseguró que “no sabemos cómo reaccionará un árbol al que hemos hecho sufrir 60 días entre el primer riego y el segundo”. Mientras, Pere Roqué, de Asaja, explicó que con las nuevas dotaciones “se podría salvar la producción de fruta”.
Por su parte, Segri Balué, de Jarc, apuntó que “intentaremos que se pueda salvar”.
La mesa agraria ayer, donde se anunciaron ayudas a los cultivos.
