Regantes trasladan a Acción Climática que las ayudas por la sequía son insuficientes

Las comunidades de regantes del Canal d’Urgell, del Segarra-Garrigues y la plataforma Manifest del Gran Urgell trasladaron ayer al conseller de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, que las ayudas para paliar las pérdidas que la sequía está provocando en el sector son insuficientes y no ayudan a cubrir costes que los agricultores ya han desembolsado en sus explotaciones. Lo hicieron en una reunión en la Casa Canal de Mollerusa en la que Mascort presentó a los regantes el segundo paquete de ayudas que la Generalitat aprobó el viernes por valor de 80 millones de euros. En el caso de la fruta, la conselleria prevé dar 5.880 euros por hectárea si se tira la fruta en verde al suelo antes del 31 de este mes.

En el caso de la cereza, la ayuda será de 3.000 euros por hectárea. El máximo que se podrá recibir será de 100.000 euros para explotaciones profesionales y de 50.000 para no profesionales. En cuanto a los cultivos herbáceos de regadío (trigo, cebada y maíz) los agricultores recibirán una ayuda de 712 euros por hectárea, con un límite de 30.000 euros para las explotaciones profesionales y de 13.500 euros para no profesionales.

Mientras, desde la conselleria aseguraron que se trabaja para ajustar el módulo para los forrajes, principalmente la alfalfa. Los regantes reclamaron que estas ayudas deberían ser más cuantiosas para compensar “la inactividad” de algunos de los agricultores de extensivos que no han producido nada. Por otra parte, en los herbáceos de secano, proponen compensar las pérdidas de este año y del pasado.

Las ayudas de 2022 llegarán a los payeses de Les Garrigues, la Noguera, el Segrià, el Urgell, la Segarra, el Jussà y el Solsonès. Serán de 243 euros por hectárea. Mientras, para 2023 las subvenciones serán de 251 euros y se extenderán a toda Catalunya.Mientras, los regantes confían en que antes de la asamblea del Canal d’Urgell, convocada para mañana, la consellería pueda ajustar el módulo para los forrajes y las subvenciones sean más “generosas”.

Una asamblea en la que se debatirá si destinan la asignación de 50 hectómetros cúbicos de agua a salvar la producción de frutales, amplían el riego al cereal, o bien optan por ahorrar reservas para la próxima campaña. Agricultores piden agua para los herbáceos puesto que los fruticultores pueden regar para salvar árboles y parte de la cosecha.

«Las ayudas son inviables y no cubren la inversión ya gastada»

Josep. Regante de Vilanova de Bellpuig.

“Hay que regar los árboles para garantizar que la próxima campaña puedan producir.” Así lo puso de manifiesto Josep, un regante de Vilanova de Bellpuig, quien indicó que el punto de partida ya es de pérdida: “No hay negocio en las ayudas, producir un kilo de manzanas cuesta 22 céntimos, con o sin producción .” Otro regante de Almadraba de Seana, Josep Maria, insistió en que “las ayudas son inviables, no cubren la inversión hecha”. Señaló que pocos agricultores de la fruta se acogerán a las subvenciones. Aseguró que echar la fruta todavía verde de los árboles ya supone un gasto aproximado de 4.500 euros por hectárea, por lo que “los números no salen”