Condenan a una conductora a pagar 257.000 euros por causar un accidente en la Segarra

La Audiencia de Lleida ha condenado a indemnizar con unos 257.000 euros a una conductora que causó un accidente el 5 de diciembre de 2018 en la carretera entre Cervera y Guissona en el que una mujer resultó herida de gravedad y sus lesiones han derivado en una situación de incapacidad permanente. La acusada invadió el sentido contrario y tenía el carnet caducado. La conductora reconoció los hechos en un juicio por conformidad celebrado a finales de 2022 después del acuerdo al que llegaron Fiscalía, defensa y acusación particular, ejercida por el abogado Xavier Prats, de Prats Advocats.

Entonces fue condenada por un delito de lesiones por imprudencia grave a una multa de 1.080 euros y a la retirada del carnet durante un año, como avanzó SEGRE. Sin embargo, no se alcanzó un acuerdo en cuanto a la indemnización. La acusación particular y la Fiscalía solicitaron más de 200.000 euros pero la compañía de seguros que tenía contratada la acusada –condenada como responsable civil subsidiaria– se opuso.

El juez fijó la indemnización en 192.184 euros y los intereses desde el día del siniestro hasta abril de 2020. Sin embargo, la víctima recurrió ante la Audiencia de Lleida al considerar que hubo una infracción del artículo 20 de la Ley de Contrato de Seguro –incurrir en un retraso en el cumplimiento de la prestación–. El tribunal ha analizado el caso y da la razón a la víctima por lo que revoca la sentencia y fija que los intereses se “devengarán desde la fecha del siniestro hasta el día en que fuere satisfecha la totalidad de la indemnización”.

Xavier Prats afirmó que “no es una cifra menor, estamos hablando de más de 65.000 euros que se suman a los 192.184 euros. Hay que recordar que mi clienta, cuando sufrió el accidente, tenía 36 años, sufre importantes secuelas y le ha sido reconocida la situación de incapacidad”. En el juicio por conformidad se consideró probado que la acusada, “con el permiso caducado administrativamente, conducía por la carretera y lo hacía sin guardar las más elementales normas de cuidado, completamente abstraída, cuando, a consecuencia de dicha falta de atención, invadió el carril de sentido contrario de su marcha que estaba separado por una línea continua, con la señal reglamentaria de prohibición de adelantar y con una limitación de 70 km/h, y pese a iniciar una maniobra evasiva, colisionó contra el coche de la víctima”.

La sentencia de la Audiencia es firme y no se puede recurrir.