Los 'raiers' ganan adeptos

La 45 edición de la Diada de Raiers de La Pobla de Segur vivió ayer su cita más especial: la primera bajada de rais como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Tres embarcaciones hechas cada una con 36 vigas de madera y con unos seis tripulantes en cada una zarparon desde la presa de Llania poco antes de las 12 horas del mediodía para iniciar un descenso de 6 kilómetros por el Noguera Pallaresa hasta El Pont del Claverol, donde un gran número de espectadores esperaban su llegada. Los rais iniciaron la bajada con normalidad, pero sólo dos pudieron completar el trayecto porque el primero se atascó en uno de los últimos puentes antes de la llegada. El tramo delantero del rai, donde está el remo con el que se controla su dirección, quedó hundido y los raiers no pudieron evitar bajar atravesados y chocar con una columna del puente.

Los tripulantes ya sabían que era la embarcación que podría causar más problemas por su flotabilidad.

Asimismo, uno de los dos que logró llegar al Pont del Claverol lo hizo con dificultades. Uno de sus tripulantes, Roger Planas, explicó que “se ha deshecho un pedazo” de la embarcación por el camino, lo que les obligó a atar el rai dentro del río para continuar la bajada. “Le dio emoción”, afirmó Planas, que se mostró satisfecho también por el recibimiento a la llegada.

Los raiers desembarcaron entre aplausos y gritos de cientos de personas que se congregaron para rememorar y disfrutar de esta tradición. Una gran fiesta que tampoco se perdió la consellera de Cultura, Natàlia Garriga, que se vistió de raiera para la ocasión y subió también a uno de los rais durante su llegada.

Por primera vez, la programación se situó fuera del núcleo de La Pobla y se trasladó en un espacio habilitado junto al río. También fue la primera Diada de Raiers que se pudo seguir en directo en Lleida TV.

Apuesta para difundir esta tradición entre jóvenes y niños

La bajada de raiers y la posterior comida fueron el colofón final a cuatro días de fiesta. La Asociación de Raiers del Noguera Pallare amplió el programa para celebrar el reconocimiento como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad que la Unesco les otorgó el año pasado. El presidente de la entidad, Miquel Gordó, apuntó que la intención era “dar un nuevo enfoque para difundir la cultura popular, sobre todo entre los más pequeños” y que “el nuevo formato ha permitido aproximarnos tanto a la gente joven como a los más pequeños”.