El 'scalextric' del Eix Pirinenc

Un convenio entre el Gobierno y la Generalitat plantea una aportación estatal de 260 millones para reformar el Eix Pirinenc (N-260) que lleva más de dos décadas esperando una actuación integral en el tramo leridano. Estos 260 millones se destinarán principalmente a obras como la rehabilitación del firme o la construcción de “nuevas infraestructuras”. Así se desprende del acuerdo entre ambas administraciones que recoge una antigua reivindicación de Lleida y en especial del Pirineo, ante el lamentable estado en que se encuentra la carretera, diseñada para unir todos los valles del Pirineo desde Girona a Huesca pasando por Lleida.

El Gobierno central finalizó la reforma y acondicionamiento del tramo entre Senterada y Xerallo en noviembre de 1999 (hace 24 años) y, desde entonces, poco más se ha sabido de nuevas obras en Lleida salvo la ampliación de la carretera de Gerri de la Sal, que en 2017 estrenó la nueva travesía tras una inversión de 2,1 millones. Una actuación que enterró definitivamente el proyecto inicial de variante y que había previsto un túnel de casi un kilómetro para garantizar la seguridad del tráfico y una inversión de 46 millones. Se descartó por riesgo geológico y se suspendieron las obras al poco de iniciarlas tras la demolición del pueblo semiabandonado de Comte.Desde entonces, algunos parcheos en taludes y firme, estudios informativos para salvar con túneles los puertos de Perves y Viu de Llevata; un anteproyecto para construir una variante entre Adrall y Canturri, y lo que parece que va en serio, la variante de La Pobla de Segur (ver desglose).Las cuentas estatales incluyen cada año proyectos de mejora sin fecha, promesas que quedan en el tintero y que no se han llegado a ejecutar.

Cada mandato han incluido actuaciones de mejora de la carretera que han ido quedado obsoletas y con tramitaciones caducadas, por lo que sería necesario replantear su alcance y buscar soluciones abordables a más corto plazo. El gobierno que salga de las urnas el 23-J tendrá que acordar con la Generalitat cómo priorizar la inversión y las obras y en qué calendario se ejecutan las primeras actuaciones de reforma de la carretera, que pese a que tenga calificación de vía nacional, su estado de dejadez está lejos de responder al nomenclátor. La N-260, con 520 kilómetros, transcurre entre Portbou (Girona) y Sabiñánigo (Huesca).

Entre Puigcerdà y La Seu presenta un estado aceptable. De La Seu a Sort faltaría una amplía reforma. De Sort a Xerallo, lo que incluye la travesía de Gerri, está reformada y de Xerallo al Pont de Suert su estado es deficiente.

Nueva variante en La Pobla y rotonda en Montferrer

El ministerio de Transportes impulsó de nuevo en 2019 la variante de La Pobla de Segur. El proyecto estaba encallado desde 2012, después de que se paralizaran los trabajos de redacción del trazado y se firmara el acta de suspensión de la infraestructura. En 2020 se publicó el informe de impacto ambiental.

La variante de la N-260 costará 52 millones y tendrá una longitud de casi dos kilómetros. Incluirá un viaducto sobre el Flamisell, otro en el barranco de Vallcarga y un túnel de 900 metros. La previsión es adjudicar e las obras para construir la ronda a principios de 2024.

La nueva carretera deberá permitir una mejora de la conectividad del Pirineo y reforzará la seguridad de la travesía urbana de La Pobla de Segur. Otra de las actuaciones ya previstas y que el ministerio ha sacado a concurso es la reivindicada rotonda del Eix Pirinec en Montferrer i Castellbó, en el cruce con la carretera de Aravell. El proyecto de esta rotonda cuenta con un presupuesto de 591.000 euros.

Esta obra, muy reivindicada para mejorar la seguridad, se ha planteado en varias ocasiones sin llegar a hacerse efectiva en los últimos años.