El Parc Natural del Cadí-Moixeró llega a su 40.º aniversario recibiendo más de 350.000 visitantes anuales desde el año 2020
Para celebrar la efeméride se ha organizado una jornada de actividades en el centro de Talló, en Bellver de Cerdanya
El Parc Natural del Cadí-Moixeró llega a los 40 años de su creación habiendo recibido un volumen de visitas que ha superado las 350.000 personas en los últimos años. Así, en el 2022, la cifra fue de 357.259 visitantes, mientras que un año antes fueron 395.730 y 363.370 en el 2020. Los datos se calculan en función de las personas atendidas en los centros de información, las oficinas de información de ayuntamientos y del Parque, Paraje o Reserva en cuestión y las que se detectan en los contadores situados en parkings y senderos. Para celebrar la efeméride se han organizado varias actividades para este sábado en el centro de Talló, en Bellver de Cerdanya, las cuales contarán con la participación del director general de Políticas Ambientales y Medio Natural, Marc Vilahur.
La primera de las actividades consistirá en un vuelo en globo cautivo que permitirá ver la Cerdanya y el Parc Natural desde el aire. También se hará un taller para familias, y un cuentacuentos explicará la historia de 'L'ocell de foc', un cuento de Mireia Marés, Àngel Bonada y Blanca Martí promovido y editado por el Parc Natural del Cadí-Moixeró y con la colaboración de Edicions Salòria. Pondrá punto y final en la fiesta un vermú-concierto de aniversario la Orquestina Trama, grupo de música tradicional del Pirineu.
El Parc del Cadí-Moixeró, creado el año 1983, está formado por las dos grandes cordilleras del Cadí y el Moixeró, las cuales forman una impresionante barrera montañosa, punto de unión entre el Prepirineu y el Pirineu. El espacio natural ocupa una superficie de 41.060 hectáreas, repartidas entre las comarcas del Alt Urgell, el Berguedà y la Cerdanya y diecisiete municipios.
Los bosques naturales de la mayor parte de la superficie son los de pino encarnado y los de pino negro. Además, los pinos han sido favorecidos por la actividad humana y han colonizado lugares donde antes había robles y hayas, árboles con las cuales a menudo se mezclan. Asimismo, gran parte de las solanas rocosas del Parque están cubiertas por extensos matorrales de acebo.
Se trata de unos hábitats muy característicos de los paisajes del Cadí-Moixeró y son interesantes por la flora y fauna que vive allí. También en las estancias subalpina y alpina hay grandes superficies cubiertas por pastos, y en algunos lugares también matorrales muy bajos, que no suelen pasar del medio metro de alto.
Destacan los paisajes de roca y, en este sentido, las imágenes más típicas del parque son la vertiente norte de la sierra del Cadí y el Pedraforca. Los riscos y los canchales tienen una flora muy especial, con una proporción alta de especies endémicas de áreas limitadas, y también de pájaros que no viven en ningún sitio más (treparriscos, cercavores) o que crían y se refugian (quebrantahuesos, buitre, águila dorada).