Perdonan una deuda de más de 240.000 euros a un camionero y a su pareja afectados por la crisis de 2008
La insolvencia del matrimonio, vecino de Tàrrega, se originó tras comprar un camión y la disminución del trabajo a causa de la crisis
El juzgado de primera instancia número 6 (mercantil) de Lleida ha perdonado una deuda total de 241.793,38 euros a un matrimonio vecino de Tàrrega el cual se vio afectado de manera directa por la crisis de 2008. El juez ha aplicado la Ley de la Segunda Oportunidad a la pareja y exonera al hombre, G. J. F. G., de un pasivo insatisfecho de 206.663,43 euros, mientras que, a la mujer, M. A. S., de 35.129,95 euros.
La situación se originó en 2008, cuando el hombre, que era autónomo, realizó una inversión para comprar de un camión, por el cual tuvo que solicitar un préstamo, ya que su volumen de trabajo era elevado y la perspectiva de futuro era de gran crecimiento. Pero al explotar la burbuja inmobiliaria y, con ella, iniciarse la crisis que fue acompañada de una disminución muy importante de trabajo, tuvo que cesar su negocio. "Trabajaba mucho para una empresa que quebró y me debía bastante dinero", señala la víctima.
Asimismo, su pareja era dependienta en un establecimiento y percibía un salario mínimo, por lo que los ingresos económicos de la familia se redujeron drásticamente. "Hay que pensar que siendo autónomo yo no tenía paro, por lo que casi no había ingresos. Hicimos un esfuerzo muy grande para seguir adelante, pero llegó un punto en el que la situación era insostenible", recuerda. Además, tenían una hija pequeña, por lo que se vieron obligados a acudir a los servicios sociales, familiares, amigos y entidades de carácter social para que les brindasen ayuda. "Lo que teníamos ahorrado se acabó y teníamos que seguir comiendo", explican.
Paralelamente, en el año 2009, y ante la imposibilidad de seguir haciendo frente a los pagos, se subastó mediante ejecución hipotecaria la vivienda familiar. "Tras una notificación de embargo llegaba otra. Además, el acoso de los bancos fue constante, llegando a llamar de madrugada y también a un vecino al cual le explicaron mi situación para contactar conmigo. Un día fui al banco y les entregué las llaves del piso, pidiéndoles tan sólo que para el desahucio me avisaran con antelación para irnos de casa y que mi hija no quedara traumatizada por la llegada de los Mossos d'Esquadra. También entregué las llaves del camión. Además, se me pasó por la cabeza hasta el suicidio, pero suerte que tenía a mi hija y no la podía dejar sola ni a ella ni a mi mujer", recuerda el hombre.
Por otro lado, pese a las dificultades económicos, en enero de 2021 tuvieron la voluntad de solicitar un acuerdo extrajudicial de pagos para llegar a un acuerdo con sus acreedores, mediante un plan de pagos y una quita, pero no prosperó.
En febrero de este año contactó con Bergadà Asociados, quien desde un primer momento les indicaron que tenian muchos números de que se nos concediera la exoneración del pasivo insatisfecho con la Ley de la Segunda Oportunidad". Así, se inició el procedimiento y en apenas cuatro meses el juez les perdonaba las deudas.
"A día de hoy aún estamos intentando asimilar esta gran noticia. Es como si nos hubiera tocado la Primitiva. Llegó un punto en el cual nos sentíamos que vivíamos al margen de la sociedad y fue muy duro. Siempre habíamos tenido una vida normal, de trabajadores sin deber nada a nadie, y de la noche a la mañana todo se esfumó y empezaron todos los problemas", manifiesta el hombre.
Por su parte, la letrada indica que, "a día de hoy, todavía hay autónomos que se vieron afectados de manera directa por la crisis de 2008 y están completamente ahogados por las deudas que se produjeron en aquella época. Tenemos el deber de dar a conocer más la Ley de la Segunda Oportunidad y ayudarles, ya que los pequeños empresarios son el auténtico motor de nuestra economía y no se pueden quedar al margen de la sociedad".