CANDIDATOS AL SENADO
Mayte Rivero, de Junts: «Si no hubiera déficit fiscal no tendrían que cerrar CAP en el Pirineo en verano»
Se presenta por quinta vez como candidata de Junts al Senado. Quiere hacer “pedagogía” en Madrid de la singularidad de Lleida y lograr mejoras pendientes de hace años, sin renunciar a avanzar hacia la independencia.
Usted ya se podría considerar como ‘senadora profesional’. ¿Será la última vez que se presenta? Estuve una legislatura entera y después fue la época en la que, ante la imposibilidad de formar gobierno, se fueron repitiendo elecciones. En 10 años me he presentado 5 veces. Mi idea es dar paso a otras personas del Pirineo que también están preparadas para representarnos. Pero siempre seguiré haciendo política, que no solo son cargos.
Desde las generales de 2019 su partido ha sufrido una serie de transformaciones. ¿Qué espera en estas elecciones? Estoy esperanzada porque estoy muy tranquila con el trabajo que hemos hecho en Madrid. Hemos sido consecuentes, aunque hemos estado incómodos porque nos han querido menospreciar y hacer pasar por los del ruido, pero hemos sido un grupo parlamentario muy riguroso y muy propositivo. Nuestra única línea roja era cualquier tema que fuera en contra de Catalunya a nivel presupuestario, competencial o territorial.
¿Qué gana Lleida teniendo una senadora de Junts? Tenemos que hacer pedagogía de la singularidad de Lleida, el Alt Pirineu y Aran, y eso lo hacemos en Madrid y en toda Catalunya. Nuestra candidatura está formada por personas de pueblos pequeños, del mundo rural, que representan la singularidad de nuestro territorio y los que sufrimos los incumplimientos y la N-260 y la N-230 que no solo son obsoletas, sino que nos jugamos la vida en ellas. Tenemos la oportunidad de defender con naturalidad nuestro entorno más próximo.
Debe tardar menos en ir de Lleida a Madrid que de Esterri a Lleida. Es cierto. Lleida es la gran maltratada en infraestructuras. Por ejemplo reclamamos el Corredor Mediterráneo que esperamos desde hace 26 años. Han pasado seis gobiernos y ocho ministros y de los 7 tramos previstos solo hay 3 hechos. Y aún tenemos que decir en Madrid que tiene que pasar por Lleida con una conexión intermodal por mercancías.
Hablando de conexiones ferroviarias, uno de sus caballos de batalla es acabar con los agravios de Lleida con la alta velocidad y la reclamación de Rodalies. Con el tema de Rodalies Catalunya está deixada de la mà de Déu. La inversión respecto a la que se hace en Cercanías es irrisoria. En el Senado aprobamos una iniciativa que pedía más frecuencias de Avant y AVE y que los trenes de alta velocidad de bajo coste paren en Lleida. Pero, como muchas cosas de las 13.000 iniciativas que hemos hecho, está aprobada pero no se ha ejecutado. Ni siquiera hemos recuperado todas las frecuencias de antes de la Covid. Nosotros vamos a hacerles ver que Lleida es una ciudad importante y se merece tener todas las oportunidades.
Frenar la despoblación es otro de sus retos. ¿Qué plantean? Antes hablaba de la N-260 y la N-230, carreteras que esperamos que vertebren el territorio desde hace 33 años y que son un coste de oportunidad muy grande. También está la fibra óptica. Desde la Generalitat se ha hecho llegar una red pública a las capitales de comarca y a pueblos con poca masa crítica pequeños operadores pueden acabar haciendo las conexiones. Pero en El Pont de Suert no pueden porque ha de pasar por una carretera nacional y no dan autorización. Además, el trabajo debe ser adecuado a la realidad del territorio, como por ejemplo dar permisos temporales de trabajo para asistir al primer sector. Si no, nos encontramos con muchos migrantes que no tienen trabajo y que cuando hay trabajo no hay personas regularizarlas para hacerlo. Y debe haber discriminación positiva a nivel fiscal en las zonas con los servicios más alejados y que han de hacer un esfuerzo para llegar a ellos.
¿Qué proponen para el sector agrario, que está en pie de guerra por las ayudas por la sequía? El peso de los presupuestos del Estado para el primer sector es irrisorio. Hay reivindicaciones del sector que se eternizan. Las ayudas son insuficientes y han de ir a donde toca. No puede ser que los payeses estén absolutamente fiscalizados a nivel de cada finca y cuando hay sequía las ayudas sean lineales que puede ser que lleguen a alguno que no ha tenido grandes repercusiones y a los que realmente la han sufrido no les sirva tanto. Y es una vergüenza que se supediten las ayudas a estar en Agroseguro. También ha habido falta de previsión en la gestión del agua, no se puede cerrar de un día para otro. La CHE es una administración obsoleta, rígida y que no hace una buena gestión de las cuencas. Pasa en el llano y también en el Pirineo.
Esta campaña es distinta a la de 2019, con el electorado independentista más desmotivado. ¿Cómo piensan avanzar hacia la independencia de Catalunya? Es cierto que hemos caído en contradicciones el propio independentismo, pero han pasado muchas cosas, como la Covid. La estrategia de ERC de ser socio preferente del PSOE en Madrid no ha sido positiva para el país, porque con cada ley nos han quitado competencias y cada promesa no se ha ejecutado. Estas elecciones se plantean como la izquierda o cuidado que viene Vox y la derecha, pero nosotros no vamos a Madrid en clave de a qué gobierno apoyaremos, sino en clave de servicio de Catalunya. En la última legislatura ha habido agresiones a la lengua, no se ha revisado el sistema de financiación, no nos han dicho una calendarización de la mejora de la N-260 y la N-230. Sabemos que en 4 años no se puede hacer lo que no se ha hecho en 33, pero la gente del Pirineo queremos saber a qué atenernos. Para nosotros el plan de choque social, económico, cultural y fiscal es la independencia.
Pero no con un referéndum. Ya lo hicimos. La política se ha de abordar desde la política. Y por mucho que nos digan que son los de la concordia, Fiscalía continúa entrando en campaña electoral. España entiende que nos han de castigar y nosotros, que se ha de hablar y nos hemos de entender. Pero no pasamos página del relato porque continuamos teniendo represión. El déficit fiscal de 20.000 millones que soportamos, si lo pudiésemos implementar en el presupuesto de la Generalitat, quizás en el Pirineo no tendrían que cerrar CAP en verano.