Heridos dos operarios al derrumbarse parte de la escuela de Guimerà

Dos operarios resultaron heridos ayer al mediodía al derrumbarse la primera planta de la escuela municipal de Guimerà. El suceso ocurrió sobre las 14.15 horas, cuando se vinieron abajo unos 25 metros cuadrados del techo en un extremo del edificio. En el lugar se encontraban obreros que, por encargo del departamento de Educación, estaban colocando unas vigas para reforzar la estructura del edificio y reparar unas grietas.

Dos de ellos, que se encontraban en la planta baja, resultaron heridos de diversa consideración y tuvieron que ser rescatados por los Bomberos de la Generalitat, que activaron cuatro dotaciones. Según explicaron los Bomberos, el andamio que habían colocado durante los trabajos de reparación frenó la caída de los escombros. Al lugar también acudieron dos ambulancias del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM) que trasladaron a uno de los heridos al hospital Arnau de Vilanova de Lleida y, el otro, al CAP de Tàrrega.

Tras una primera revisión, los Bomberos decretaron que la estructura del edificio era inestable y dejaron el caso en manos del arquitecto municipal. El alcalde de esta localidad del Urgell, Salvador Balcells, afirmó a este diario que el aparatoso siniestro no afectará al inicio del curso escolar. Explicó que el derrumbe se produjo en el gimnasio, que está ubicado en el extremo de la escuela y que, según Balcells, se utiliza muy poco.

La zona permanece ahora precintada, a la espera de una nueva valoración de los daños. Hace dos meses, una familia formada por tres personas tuvo que ser desalojada de su vivienda en Tàrrega al detectar un riesgo inminente de derrumbe del tejado. El inmueble estaba situado en el número 29 de la calle de Les Piques, en el centro histórico de la capital del Urgell.

Asimismo, en junio del año pasado también se derrumbó parte del suelo de la primera planta de un edificio inhabitado situado en la calle Canonges de La Seu d’Urgell. El edificio, vacío desde hace años, presentaba un importante estado de degradación y, según los vecinos, había intentado ser okupado algunos días antes del suceso. El derrumbe no afectó a los edificios colindantes, por lo que no fue necesario desalojar a ningún vecino.