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Agramunt tendrá en agosto dos pisos sociales en el antiguo cuartel
Estudiantes de Arquitectura de la UPC hacen la rehabilitación con materiales sostenibles || El edificio también acogerá las dependencias de la Policía Local
Agramunt contará a finales de agosto con los dos primeros pisos destinados a usos sociales habilitados en el antiguo cuartel de la Guardia Civil tras las obras de reforma que llevan a cabo una treintena de estudiantes del equipo Vibra de la Escola Tècnica Superior d’Arquitectura del Vallès, vinculada a la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Ayer se celebró el acto simbólico de inauguración de los trabajos en el que autoridades y vecinos de la capital del Sió pudieron visitar el edificio, conocer el proyecto y la evolución de las obras. La alcaldesa, Sílvia Fernàndez, recordó que pese a estar finalizadas las dos viviendas no estarán operativas hasta 2024 porque quedarán pendientes servicios comunes como la climatización y los ascensores.
Añadió que se trata de un proyecto largamente reivindicado después de que en 2012 el consistorio adquiriera el edificio, que llevaba 15 años en desuso. Fernàndez puso en valor la implicación del grupo de alumnos de la UPC y explicó que se decidió destinar parte del edificio a viviendas sociales para usuarios del Grup Alba y dar respuesta a “una necesidad que había en Agramunt”, apuntó. También destacó que se trata de un proyecto de legislatura que se hará realidad con diferentes fases y en función de las ayudas.
La planta baja del nuevo edificio incluirá también las dependencias de la policía local y los servicios sociales del ayuntamiento. El rector de la UPC, Daniel Crespo, definió el proyecto como “emblemático” porque “surge de iniciativa de los estudiantes y de la colaboración vecinal, con un ayuntamiento, desde diferentes vertientes, entre los que hay la inclusión, con la voluntad de recuperar un edificio para fines sociales”. Los estudiantes del equipo Vibra, que cada día informan de los avances en su cuenta de Instagram, ofrecieron ayer una visita guiada.
Max Hausmann destacó que es “una experiencia muy intensa y motivadora porque es una oportunidad única” mientras que Aroa López lo definió como “una experiencia enriquecedora y una oportunidad increíble para aprender”. El equipo empezó a trabajar en el proyecto hace un año y medio y durante los último meses se ha avanzado mucho la obra. La rehabilitación del edificio apuesta por la sostenibilidad y con el objetivo que sea eficiente energéticamente.
Los estudiantes reutilizan materiales que había en el antiguo cuartel y nuevos como el algodón reciclado de ropa usada, entre otros.