DEPORTES
Los Juegos de la discordia
La sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 2030 sigue en el aire y por primera vez en décadas se concederá con menos de siete años de antelación, previsiblemente en 2024, a alguno de los seis países interesados, según un informe presentado a finales del mes pasado en las reuniones mantenidas por el Comité Olímpico Internacional (COI) en Lausana (Suiza). Hace ahora algo más de un año del anuncio por parte del presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, de la retirada de la candidatura pirenaica para 2030 ante la falta de acuerdo político entre Catalunya y Aragón, las dos comunidades implicadas. Suena a oportunidad perdida porque vistos los acontecimientos posteriores, con los problemas surgidos en torno a las otras aspirantes, da toda la sensación de que, en caso de haberse presentado, las opciones de éxito eran muy elevadas.“Esta candidatura la hemos destrozado nosotros en casa”, afirmó Alejandro Blanco, tras certificar un fracaso que venía anunciándose desde hacía tiempo por la negativa del presidente de Aragón, el socialista Javier Lambán, a aceptar el reparto de pruebas con Catalunya.
Lambán llegó a reclamar la dimisión de Blanco, mientras que el COE acusó al dirigente aragonés de boicotear la candidatura por “anticatalanismo” y por sus propios “intereses electorales”.La carta que envió el COE el 15 de julio de 2021 al COI para la presentación de una “eventual candidatura conjunta” de Catalunya y Aragón, apoyada por los presidentes de España, Pedro Sánchez, Catalunya, Pere Aragonés, y de Aragón, Javier Lambán, quedó pues en papel mojado. Había sido creada previamente una comisión integrada por 12 personas, 3 del COE, y otras 3 de los gobiernos de España, Aragón y Catalunya, que culminó con un acuerdo de distribución, con 54 pruebas en Aragón y 42 en Catalunya, pero posteriormente, el acuerdo fue rechazado por Lambán, desautorizando a sus propios técnicos y llegando al delirio al proponer que las competiciones de esquí alpino se repartiera por sexos entre ambas comunidades.Hasta el último momento, la Generalitat intentó que se mantuviera la candidatura para 2030 y, de hecho, la consellera de Presidència, Laura Vilagrà, insistió en que Catalunya estaba preparada para asumir la organización en solitario.“Lamentamos que no se haya formalizado la candidatura para 2030, pero seguimos trabajando por una candidatura cuando sea posible”, añadió Vilagrà, acompañada por el secretario general de Vicepresidencia y Políticas Digitales, el leridano Ricard Font. Vilagrà afirmó que ahora “se abre otra etapa que tiene unos tempos más largos” y recordó que los tempos “los marcarán el COE y el COI”.
En este sentido, el COE descartó una candidatura en solitario.También hizo un último intento Javier Lambán en abril pasado, poco antes de que perdiera las elecciones autonómicas ante el PP. El ahora ya expresidente de Aragón sorprendió asegurando que no renunciaba a la celebración de unos Juegos en el Pirineo junto a Catalunya, pero añadiendo a Navarra y “en pie de igualdad”. El fracaso de la candidatura dejó un regusto amargo y en las elecciones autonómicas y locales del 28 de mayo el asunto quedó olvidado y no asomó en la campaña de los distintos partidos.
Los nuevos gobiernos y ayuntamientos tampoco han manifestado ninguna intención de futuro en este sentido.
El empresariado pirenaico dijo “basta” tras quedarse sin evento olímpico
El empresariado de los Pirineos, en especial el leridano, dijo “basta” a raíz del fracaso de la candidatura para los Juegos Olímpicos de invierno del 2030 y reclamó “progreso y desarrollo territorial”. Diez agrupaciones empresariales, entre ellas Pimec, la patronal leridana Coell, la Cámara de Comercio de Lleida y Girona o la Federación de Hostelería de Lleida, firmaron en junio de 2022 el manifiesto “Por un impulso a los Pirineos, decimos basta!”.
El empresariado, que ya se había unido poco antes bajo un lema parecido –“Por un impulso en el Pirineo, decimos SÍ”- para defender el proyecto olímpico, lamentó que “la política sea el freno para el desarrollo” y defendió que los Juegos son un proyecto que “beneficia a todo el Pirineo”, sea del territorio que sea.Sin embargo, aunque también alcaldes del Pirineo, diputaciones y consells reiteraron su apoyo al Govern, no faltaron voces críticas. La Oficina Catalana del Cambio Climático advirtió que a mediados del siglo XXI las previsiones para el Pirineo contemplan un aumento de la temperatura de entre 0,9 y 2 grados, además de un incremento de los periodos de sequía y una reducción de los días con heladas. También surgió la Plataforma Stop JJOO, creada para oponerse a la celebración de los Juegos, argumentando un contexto de emergencia climática y que se pretenda “potenciar un monocultivo turístico de los Pirineos” basado en la nieve.Finalmente, ni siquiera llegó a hacerse la consulta que anunció el Govern para los habitantes de Alt Pirineu y Aran .