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ELECCIONES

El pactómetro indica alerta máxima

Isidre Gavín  conversando animadamente con Inés Granollers.

Isidre Gavín conversando animadamente con Inés Granollers.GERARD HOYAS

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Si el verde es el color de la esperanza, mejor arropados no podían estar. El verde croma del plató de Lleida Televisió envolvió el último día de campaña de los cuatro candidatos con representación en el Congreso de los Diputados. Una vez más, el debate electoral del Grup SEGRE puso punto final a quince largos días de mítines a 40 grados y hasta a 44.

No podrá decirse que los políticos no se lo han sudado. Así que ayer, ambiente relajado, de fin de curso. Y la garantía del aire acondicionado.

“Con Santi Roig está más fuerte”, aseguraron los veteranos. Pero es que son unas elecciones tan atípicas que al moderador habitual le han pillado de vacaciones. De hecho, casi todos los partidos han llegado a irse a la Costa Daurada a la caza del veraneante leridano.

Ayer tocaba quedarse en Lleida y centrarse en los indecisos, esos que según las encuestas tendrán el poder de decantar el gobierno hacia la derecha, con una posible coalición de PP y Vox, o permitirán reeditar el binomio PSOE-Sumar. “A Madrid se va a hacer política, a hablar con todo el mundo para conseguir resultados”. Natàlia Torres, del PDeCat-Espai CiU, se estrenaba en un debate reivindicando el peix al cove.

También son las primeras elecciones como cabeza de lista para Inés Granollers, de Esquerra Republicana, aunque es diputada en el Congreso desde 2019, lo que le permitió hablar con soltura y presumir de los logros de su partido, que “han obligado al PSOE a mirar hacia Catalunya”. Isidre Gavín, de Junts, con una dilatada experiencia política, no podía estar más en desacuerdo: “no han conseguido nada”, espetó. “Usted es el del no a todo”, le reprochó Montse Mínguez, candidata del PSC.

Ella también es toda una veterana. Y se notaron las tablas. Las réplicas y contrarréplicas Gavín-Mínguez, Mínguez-Gavín pusieron en más de un aprieto a quien firma esta crónica, novata a la hora de moderar un debate televisivo.

“Lo nuestro viene de lejos”, reconocieron. Y es que son enemigos íntimos desde que coincidieron en la Paeria hace veinte años. Volaron algunos puñales, pero la sangre no llegó al río.

Todos son muy conscientes de que los pactómetros indican alerta máxima. Todo parece indicar que el 24 de julio tocará buscar alianzas, así que los candidatos apelaron al voto útil, que obviamente era el suyo propio. En Lleida solo se deciden cuatro escaños, pero como ha recordado más de una vez el popular José Ignacio Llorens, que tiene el récord de haber sido elegido diputado por Lleida en siete legislaturas, siempre que el PP ha llegado a la Moncloa ha conseguido representación en la circunscripción de Lleida.

Y si eso era válido en la era del bipartidismo, ahora los cuatro escaños están aún más codiciados. Cada candidato utilizó sus propias armas. Torres leyó, para no salirse del guion.

Granollers exhibió más sintonía con Mínguez que con Gavín. El candidato de Junts se trajo un BOE para replicar a la socialista, que desde un atril lleno de papeles y pos-it de todos los colores reivindicó la Catalunya del 2023 frente a la del 2017. Alea jacta est.

Isidre Gavín  conversando animadamente con Inés Granollers.

Isidre Gavín conversando animadamente con Inés Granollers.GERARD HOYAS

Isidre Gavín  conversando animadamente con Inés Granollers.

Isidre Gavín conversando animadamente con Inés Granollers.GERARD HOYAS

Isidre Gavín  conversando animadamente con Inés Granollers.

Isidre Gavín conversando animadamente con Inés Granollers.GERARD HOYAS

Isidre Gavín  conversando animadamente con Inés Granollers.

Isidre Gavín conversando animadamente con Inés Granollers.GERARD HOYAS

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