Tres señoras y un señor

La campaña electoral más tórrida bajó el telón ayer en Lleida con el ya tradicional debate del grupo SEGRE, que fue un fiel reflejo de lo que ha sido esta campaña, donde el mundo agrario, las infraestructuras y las políticas sociales han sido las protagonistas frente a otros temas, como la cuestión catalana, que si bien siguen presentes no han tenido el protagonismo de elecciones anteriores. Fue un debate animado y ameno, seguramente debido al hecho de que solo había cuatro contendientes, los de partidos con representación (ERC, Junts, PSC y Espai CiU), en el que, pese al respeto y las buenas formas que hubo durante toda la contienda, también volaron puñales dialécticos, medias verdades y hasta apareció la hemeroteca. En cuanto a los candidatos, Montse Mínguez (PSC) e Isidre Gavín (Junts) demostraron su veteranía y ofrecieron los mejores momentos del debate, mientras que Inés Granollers (ERC) asumió un rol más de árbitro entre estos dos, a los que les daba golpes por igual, aportando los comentarios más técnicos con propuestas claras, mientras que Natàlia Torres (Espai CiU), menos acostumbrada a estos lances, reivindicaba la antigua Convergència.

El debate también fue una muestra de lo hecho en Madrid y de a lo que se va ahora. Mínguez dijo que las medidas aprobadas esta legislatura han beneficiado a muchos leridanos, un argumento que Granollers reafirmó añadiendo que ellos harían que el PSOE “mire a su izquierda”. Más pesimista fue Gavín, que dijo que esta ha sido una legislatura perdida para Lleida y Catalunya y que la única salida es la independencia, mientras que Torres abogó por llevar a cabo políticas realistas.El primer bloque del debate, moderado por la periodista de SEGRE Anna Sàez, fue sobre las propuestas para Lleida y allí empezó el baile.

Mínguez dijo que por culpa del independentismo y el PP “llevamos 10 años de déficits en infraestructuras que ahora lo estamos revirtiendo” y criticó que Lleida no tenga un plan de Rodalies. Una afirmación que Gavín rebatió. “El déficit es de 30 años, no de 10”, dijo, a lo que añadió que “no es verdad que no haya un plan de Rodalies en Lleida” detallando que hay una red de buses interurbanos, el tren Lleida-La Pobla y el de Lleida-Cervera.

“No se ponga nervioso”, le replicó Mínguez a Gavín, “no mienta, porque para eso ya tenemos a Feijóo”. Por su parte, Granollers hizo hincapié en que gracias a ERC han logrado 260 millones de euros para el Eix Pirinenc y que ellos han sido claves para lograr este dinero. También le soltó una puya a Gavín, diciéndole que en Junts “en lo único que son especialistas es en abandonar gobiernos”, recordando la ruptura del gobierno de la Generalitat.

A su vez, Torres lamentaba que Lleida “es la gran olvidada del Estado”, lo que le resta competitividad, y abogó por traspasar la gestión de Rodalies a la Generalitat.La política de pactos fue el siguiente bloque, en el que Gavín recordó la investidura frustrada de Xavier Trias en Barcelona, un hecho que para él “desmotiva y degrada la democracia” y pidió “que la ciudadanía castigue estos comportamientos”. Mínguez respondió que “espero que los vecinos de Alcarràs castiguen a Junts tal y como pide el señor Gavín, porque es lo que ellos hicieron en ese ayuntamiento”, y lo remató añadiendo que este hecho “demuestra que al señor Gavín le interesa más lo que pasa en Barcelona que en Lleida”. Granollers tuvo un pequeño lapsus al afirmar que en ERC “llevamos 90 años luchando contra el independentismo”, cuando quería decir el fascismo, y que Lleida necesita que ERC sea fuerte para ganar inversiones y competencias.

Por su parte, Torres avisó que “necesitamos una política útil y si alguien quiere pactar, que pase por caja porque siempre miraremos por el interés de Lleida”. De los pactos se pasó a la cuestión catalana, donde hubo fuego “amigo”. Granollers empezó recordando que son la única garantía de que el PSOE gobierne defendiendo el catalán y “mirando a Catalunya y a la izquierda”, a lo que Gavín replicó que los republicanos “habéis dado apoyo al PSOE a cambio de nada y quitar competencias a la Generalitat”.

Acusación a la que Granollers respondió con un “Isidre, no eres mi enemigo, habéis estado de tribuneros en el Congreso. Dígale a un pensionista al que se le ha subido la pensión que no hemos hecho nada”. Mínguez avisó que si gobierna el PP “habrá un ataque total a la lengua catalana”, recordó que Junts “en 4 años sí que no ha conseguido nada” y que no apoyaron la subida de las pensiones, a lo que Gavín replicó que “lo incluístes en un paquete de 100 medidas que incluía ayudas a los bancos y las medidas no se podían votar por separado”.

Torres, por su parte, criticó que “no se han cumplido las promesas de 2017” y abogó por recuperar el antiguo bloque catalanista “con una apuesta seria y coherente”. El sector agrario y las políticas sociales fueron los temas que cerraron el debate. Torres abogó porque el Estado asuma las pérdidas en las cosechas por causas climáticas y pidió suprimir la ley de Vivienda.

Por su parte, Granollers y Gavín atacaron a Mínguez en la cuestión agraria. La primera le afeó que el PSOE “haya llevado al Constitucional nuestra ley de sequía”, mientras que el segundo le reclamó la gestión de la cuenca del Segre para la Generalitat. Mínguez les acusó de “buscar culpables y no asumir responsabilidades” y dijo que la Generalitat no ha recuperado muchos de los servicios y ayudas a agricultores.

“Si quiere que resolvamos estos problemas, acabe con el déficit fiscal de una vez”, le replicó Granollers. Y llegó el minuto de oro, donde se lanzaron las últimas balas. Torres abogó por “recuperar la ilusión, hacer política útil y huir del activismo”.

Más clara fue Mínguez, que dijo que “el domingo será o Sánchez o Feijóo, pidió concentrar el voto progresista y demostrar que somos más”. Gavín lo reclamó para “no ser prisionero de PSOE y PP” y para defender Lleida y la independencia. Por último, Granollers pidió “un voto progresista e independentista”, avisando que mañana “nos lo jugamos todo”.

Y colorín colorado, con esto el debate y la campaña electoral de verano se han acabado.

«Somos la única garantía de que el PSOE gobierne mirando hacia la izquierda y hacia Catalunya»«Todas las políticas sociales de esta legislatura tienen el sello de Esquerra»

«Solo podremos gestionar nuestros recursos si somos independientes»«Que gobierne PSOE o PP resulta el mismo resultado para Catalunya, votad a los partidos que no dependen de Madrid»

«La alternativa a un gobierno de progreso es uno de oscuridad»«Lleida está mucho mejor ahora que en 2017, hay partidos que siembre buscan culpables pero luego no asumen culpas»

«Buscamos estar en esta línea de equilibrio en la que Convergència estaba años atrás»«Lleida es la gran olvidada del Estado y estas carencias nos hacen perder competitividad»